miércoles, 12 de abril de 2017

Injustice: gods among us.


El universo DC ha sido reconocido en muchos niveles no sólo por poseer a personajes increíbles, sino por haber creado las historias más maravillosas y contundentes, que incluso al día de hoy, nos siguen impactando como si fuera la primera vez que sabemos de ellas. “Crisis en tierras infinitas”, “El regreso del caballero de la noche”, “La noche más obscura”, “La paradoja del tiempo”, son sólo unos pocos de los grandes títulos que esta gran industria ha creado para nosotros. Pero incluso hasta la fecha nos sigue asombrando, pues la inventiva del Nuevo 52, aunque al principio algo confusa, ha sabido darnos material de leyenda; “El inicio del tercer ejército”, “La guerra de la trinidad”, “Muerte de la familia”, son de las primeras historias que me vienen a la mente, y las expectativas no dejan de elevarse cuando salió el primer número de Rebirth, dando unión a todos los posibles universos de la editorial, y cocinando los ingredientes de la más grande crisis de todos los tiempos. Pero otro es el tema que nos ocupa, pues me he visto impactado por el maravilloso desenlace del cómic, Injustice: Gods among us. Y una vez más, el legendario combate entre el hombre de acero y el caballero de la noche alcanza un esplendor único, en un arco argumental de seis tomos ampliamente aprovechados.



Todo inicia en Metrópolis, la ciudad del mañana, donde su invulnerable protector hace el descubrimiento más hermoso de su vida, al percibir el latido de dos seres en un mismo cuerpo: Lois Lane está embarazada. Pero el mundo no se detiene ante la noticia, y ambos siguen sus labores como superhéroe y reportera, siendo el primer atisbo de un desastre mayor.


La mujer es secuestrada por el mismísimo Joker, quien al lado de la lunática Harley Quinn, experimentan con ella de forma misteriosa; Superman, desesperado, acude a Batman, y se emite una alarma general para todos los miembros activos e inactivos de la Liga de la Justicia para encontrar a Lois. Aunque el hombre de acero logra encontrar al villano, éste se petrifica al saber que no estaba solo, topándose con la demoníaca figura de Doomsday.


Temiendo por la vida de sus seres amados, toma al monstruo llevándoselo fuera del planeta, mientras los demás miembros de la Liga detienen al payaso. Sin embargo, Batman descubre que hay una bomba nuclear escondida en Metrópolis, la cual se activará si el corazón de Lois Lane deja de latir. Antes incluso de terminar la pregunta, “¿y porqué dejaría su corazón de latir?”, el protector de Ciudad Gótica une los cabos sueltos, tratando de comunicarse desesperadamente con Superman. Pero ya es demasiado tarde: en medio del espacio la ilusión se desvanece, y el hombre del mañana contempla a su amada flotar sin vida frente a sus ojos. Una terrible explosión abre las puertas del infierno.



Completamente desolado por la muerte de Lois, Superman se dirige firmemente al asilo Arkham, siendo antes interceptado por Linterna Verde, quien le pregunta qué piensa hacer. Una breve riña hace que Hal Jordan quede sin poderes, haciendo que el hombre de acero continúe su camino hacia el payaso. En un acto sin precedentes, Superman irrumpe con violencia, y sin siquiera dudarlo, atraviesa el pecho del Joker ante un horrorizado Batman.


Esta tragedia ya tiene a sus personajes en su lugar, y se abre telón para el primer acto, donde Harley Quinn se ve seriamente afectada por la muerte del criminal, a la vez que Flecha Verde se da a la misión de secuestrarla para protegerla del campeón del Metrópolis. Por su parte, el último hijo de Kryptón se halla abatido en su fortaleza de la soledad, donde las noticias de violencia y muerte en el mundo empiezan a trastornarlo. Sin más, se lanza sin contemplaciones hacia un territorio bélico, dispuesto a finalizar con la disputa. En eso, Diana Prince, la Mujer Maravilla, decide apoyarlo en su decisión, y en una conferencia en las naciones unidas, Superman revela su alias de Clark Kent al mundo, como también exige un cese al fuego a escala global, culminando terminantemente con la locura y el horror que le quitaron a su familia.


Los gobiernos del mundo no ven con devoción las acciones del superhéroe, y por ello deciden secuestrar a sus padres, que en lugar de resultar una jugada eficaz, se torna en contra suya al permitir que los ideales del Kryptoniano sean seguidos por toda la Liga de la Justicia. Finalmente, logran rescatar a los Kent, pero Batman decide mantenerse lejos por si la cosa se sale de control.


Finalmente, el máximo opositor de Superman emerge desde las sombras, y el caballero de la noche le pide a su gran amigo que detenga lo que le está haciendo al mundo. Tiene lugar una discusión ética sobre como el tomar una vida salvó muchísimas otras, pero que un descenso de muerte siempre inicia con un solo asesinato; la justificación así trabaja, de modo que uno se sienta libre de consecuencias, y pueda volver a hacerlo una y otra vez. A pesar de todo, Batman aún guarda un gesto de compasión hacia su amigo, diciéndole que él es mejor que todo este carrusel de violencia, y aún puede enmendar este asunto, pero sus caminos sencillamente se distancian. Aquí da inicio la larga batalla entre el Régimen de Superman y la Resistencia de Batman.


El primer año consta de los primeros conflictos ideológicos sobre la protección de la tierra, y cómo Superman desea mantener la paz a cualquier costo. Un momento específico en donde se ven destruidos los ideales de Superman, es cuando los ejércitos de Darkseid atacan la tierra, y el superhéroe decide abandonar toda moral, aniquilando a todos los invasores en tan sólo unos segundos. El Kryptoniano inicia su descenso hacia las sombras, y Batman tendrá que hacer hasta lo imposible por tratar de salvarlo, aunque irremediablemente fallará en hacerlo entender, y el símbolo de Superman se convertirá en un signo de opresión para el mundo entero. Y con él, varios justicieros cruzarán la línea que hace mucho juraron no cruzar por un bien mayor.


En el segundo año de este enfrentamiento, tal disputa atraerá la atención de entidades poderosas, como los Guardianes del Universo, quienes deciden enviar a su Corporación de Linternas Verdes para detener al hijo de Kryptón. Especialmente en esta parte se puede apreciar que la temática no sólo va acerca del origen de la justicia, o de quién tiene la razón y quién no, sino de la voluntad de algunos cuyas convicciones son firmes para enfrentarse a la locura, y cómo otros que alguna vez fueron llamados héroes pueden sucumbir hasta volverse verdaderos monstruos.



El tercer año del conflicto se complica cuando entramos a los terrenos de la magia, y el encargado de poner en su lugar al hombre de acero es el sarcástico exorcista John Constantine, quien tendrá sus propios pendientes durante la batalla. Entidades poderosas hacen colisión poniendo en peligro la propia realidad, tales como Trigon y Mr. Mxyzpylk, quedando en medio los que desean hacer justicia y los que desean proclamar venganza en el mundo. Y aunque los hechiceros lograron herir en muchas formas al poderoso alienígena, siempre está ese hábito de los magos por no revelar todos sus secretos, dejando a la resistencia sin mayores opciones en el momento crucial.


El cuarto año consta de un enfrentamiento épico de divinidades, cuando los viejos y nuevos dioses se involucran en los asuntos de la tierra, deseando tanto el control como absolución de los mortales. Batman juega un camino peligroso al hacer un pacto con Ares, antiguo dios de la guerra para quitar al Kryptoniano del camino, y todo se complica cuando el padre Zeus decide retumbar su relámpago contra el mundo. Y la reciente aparición de tantas entidades en la tierra, provocará tensión en los miembros actuales de la Liga de la Justicia, dando origen a enfrentamientos dolorosos entre los que antes eran firmes aliados.




La historia prosigue hasta su quinto año de conflictos, donde viejos miembros de la Liga, así como sus respectivos némesis vuelven en una mescolanza de catástrofes abundantes con la única intención de acabar con la opresión de Superman. Se destaca la integración de Bizarro y Doomsday, así como viejos villanos de Gótica contra el régimen bestial de los superhéroes. Y lo más resaltable es que aquí la corrupción de Superman alcanza niveles horrendos al verse involucrado en la muerte de Alfred Pennyworth, el mayordomo de Bruce Wayne, y quien ha sido la sombra del murciélago desde sus inicios. Las lealtades se cuestionan desde ambos bandos, tales como Barry Allen y Selina Kyle.


Sin mayores opciones, una idea los lleva al camino más peligroso hasta el momento, una oportunidad, un llamado hacia otro mundo, una dimensión donde la catástrofe es evitada, y los héroes más grandes son traídos para enfrentar a sus contrapartes corruptas.


El maravilloso desenlace de esta excitante historia es narrado por uno de los personajes más emblemáticos, y quizá más inesperados de toda esta saga: Harley Quinn. Manteniendo una conversación con algún desconocido, ella nos cuenta paso a paso los sucesos desde que el portal entre dimensiones estalla, haciendo que varios personajes se entremezclen en un solo universo.


El Joker del universo paralelo hace su aparición, haciendo que nuestra querida Harley pierda la cabeza por unos minutos, incluso llegando a lastimar a sus proclamados aliados de su nuevo equipo antidisturbios. Ella intenta zafarse por todos los medios de la influencia del bufón, hasta que el propio Dr. Fate le dice que sólo una palabra cambiaría las cosas. De ese modo, al extremo de una situación, finalmente Harley le planta cara a su supuesto amado, y con un firme no le propina varios golpes recuperando así su identidad. Un hecho sin precedentes que la hace tomar una actitud heroica, enfocándose en salvar al mundo.
Así nace la horda de Harley, quienes deciden tomar la justicia por mano propia y salir al pandemónium de la ciudad del mañana, donde los héroes y villanos tienen su última disputa. Su objetivo es mantener a la gente a salvo de todo peligro, y tan cumplen su palabra que Harley llega a darle un firme puñetazo a Doomsday cuando éste combate al Superman del universo paralelo. El campeón de Metrópolis se sorprende ante la ayuda de Harley, y al ver cómo una criminal como ella puede seguir un camino justo, se ve inspirado por ella para continuar con la lucha hasta su final.



La última pelea entre ambos Kryptonianos es inevitable, donde el opresor se ve rápidamente superado ante las convicciones del buen Superman. Los demás miembros del régimen son atrapados y juzgados por sus crímenes, mientras que la Horda de Harley es felicitada por mantener a varios civiles con vida durante la lucha.


Al final se nos revela que el personaje misterioso que fungía como oyente de las correrías de Harley, era la propia Harley Quinn del universo alternativo. Estando el Joker bajo custodia, ella ahora no sabe qué hacer con su vida, por lo que Harley decide tomarla bajo su manto al lado de Poison Ivy y hacer que juntas encuentren una nueva forma de pasar el tiempo. El inicio de una hermosa amistad.


Puedo afirmar que esta es una conclusión magistral para todos los personajes, y dieron un término muy atinado a la historia de Harley Quinn. Ésta se me antoja como una impecable metáfora visual sobre los infinitos caminos de la justicia, y de las mejores historias de superhéroes que haya tenido la gracia de conocer. Todos los momentos de muerte y renacer, desde la corrupción hasta la redención, todo alcanza un clímax fantástico con la guía de la esperanza, la misma que hará brillar tantas extraordinarias historias en un glorioso amanecer de este auténtico arte.

Maximilian de Zalce.

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