El universo DC ha sido reconocido en muchos niveles no sólo
por poseer a personajes increíbles, sino por haber creado las historias más
maravillosas y contundentes, que incluso al día de hoy, nos siguen impactando
como si fuera la primera vez que sabemos de ellas. “Crisis en tierras infinitas”, “El regreso del caballero de la noche”,
“La noche más obscura”, “La paradoja del tiempo”, son sólo unos pocos de
los grandes títulos que esta gran industria ha creado para nosotros. Pero
incluso hasta la fecha nos sigue asombrando, pues la inventiva del Nuevo 52, aunque al principio algo
confusa, ha sabido darnos material de leyenda; “El inicio del tercer ejército”, “La guerra de la trinidad”, “Muerte de
la familia”, son de las primeras historias que me vienen a la mente, y las
expectativas no dejan de elevarse cuando salió el primer número de Rebirth, dando unión a todos los
posibles universos de la editorial, y cocinando los ingredientes de la más
grande crisis de todos los tiempos. Pero otro es el tema que nos ocupa, pues me
he visto impactado por el maravilloso desenlace del cómic, Injustice: Gods among us. Y una vez más, el legendario combate
entre el hombre de acero y el caballero de la noche alcanza un esplendor único,
en un arco argumental de seis tomos ampliamente aprovechados.
Todo inicia en Metrópolis, la ciudad del mañana, donde su
invulnerable protector hace el descubrimiento más hermoso de su vida, al
percibir el latido de dos seres en un mismo cuerpo: Lois Lane está embarazada.
Pero el mundo no se detiene ante la noticia, y ambos siguen sus labores como
superhéroe y reportera, siendo el primer atisbo de un desastre mayor.
La mujer es secuestrada por el mismísimo Joker, quien al
lado de la lunática Harley Quinn, experimentan con ella de forma misteriosa;
Superman, desesperado, acude a Batman, y se emite una alarma general para todos
los miembros activos e inactivos de la Liga de la Justicia para encontrar a
Lois. Aunque el hombre de acero logra encontrar al villano, éste se petrifica
al saber que no estaba solo, topándose con la demoníaca figura de Doomsday.
Temiendo por la vida de sus seres amados, toma al monstruo
llevándoselo fuera del planeta, mientras los demás miembros de la Liga detienen
al payaso. Sin embargo, Batman descubre que hay una bomba nuclear escondida en
Metrópolis, la cual se activará si el corazón de Lois Lane deja de latir. Antes
incluso de terminar la pregunta, “¿y porqué dejaría su corazón de latir?”, el
protector de Ciudad Gótica une los cabos sueltos, tratando de comunicarse desesperadamente
con Superman. Pero ya es demasiado tarde: en medio del espacio la ilusión se
desvanece, y el hombre del mañana contempla a su amada flotar sin vida frente a
sus ojos. Una terrible explosión abre las puertas del infierno.
Completamente desolado por la muerte de Lois, Superman se
dirige firmemente al asilo Arkham, siendo antes interceptado por Linterna
Verde, quien le pregunta qué piensa hacer. Una breve riña hace que Hal Jordan
quede sin poderes, haciendo que el hombre de acero continúe su camino hacia el
payaso. En un acto sin precedentes, Superman irrumpe con violencia, y sin
siquiera dudarlo, atraviesa el pecho del Joker ante un horrorizado Batman.
Esta tragedia ya tiene a sus personajes en su lugar, y se
abre telón para el primer acto, donde Harley Quinn se ve seriamente afectada
por la muerte del criminal, a la vez que Flecha Verde se da a la misión de
secuestrarla para protegerla del campeón del Metrópolis. Por su parte, el
último hijo de Kryptón se halla abatido en su fortaleza de la soledad, donde
las noticias de violencia y muerte en el mundo empiezan a trastornarlo. Sin
más, se lanza sin contemplaciones hacia un territorio bélico, dispuesto a
finalizar con la disputa. En eso, Diana Prince, la Mujer Maravilla, decide
apoyarlo en su decisión, y en una conferencia en las naciones unidas, Superman
revela su alias de Clark Kent al mundo, como también exige un cese al fuego a
escala global, culminando terminantemente con la locura y el horror que le
quitaron a su familia.
Los gobiernos del mundo no ven con devoción las acciones del
superhéroe, y por ello deciden secuestrar a sus padres, que en lugar de
resultar una jugada eficaz, se torna en contra suya al permitir que los ideales
del Kryptoniano sean seguidos por toda la Liga de la Justicia. Finalmente,
logran rescatar a los Kent, pero Batman decide mantenerse lejos por si la cosa
se sale de control.
Finalmente, el máximo opositor de Superman emerge desde las
sombras, y el caballero de la noche le pide a su gran amigo que detenga lo que
le está haciendo al mundo. Tiene lugar una discusión ética sobre como el tomar
una vida salvó muchísimas otras, pero que un descenso de muerte siempre inicia
con un solo asesinato; la justificación así trabaja, de modo que uno se sienta
libre de consecuencias, y pueda volver a hacerlo una y otra vez. A pesar de
todo, Batman aún guarda un gesto de compasión hacia su amigo, diciéndole que él
es mejor que todo este carrusel de violencia, y aún puede enmendar este asunto,
pero sus caminos sencillamente se distancian. Aquí da inicio la larga batalla
entre el Régimen de Superman y la Resistencia de Batman.
El primer año consta de los primeros conflictos ideológicos
sobre la protección de la tierra, y cómo Superman desea mantener la paz a
cualquier costo. Un momento específico en donde se ven destruidos los ideales
de Superman, es cuando los ejércitos de Darkseid atacan la tierra, y el
superhéroe decide abandonar toda moral, aniquilando a todos los invasores en
tan sólo unos segundos. El Kryptoniano inicia su descenso hacia las sombras, y
Batman tendrá que hacer hasta lo imposible por tratar de salvarlo, aunque
irremediablemente fallará en hacerlo entender, y el símbolo de Superman se
convertirá en un signo de opresión para el mundo entero. Y con él, varios
justicieros cruzarán la línea que hace mucho juraron no cruzar por un bien
mayor.
En el segundo año de este enfrentamiento, tal disputa
atraerá la atención de entidades poderosas, como los Guardianes del Universo,
quienes deciden enviar a su Corporación de Linternas Verdes para detener al
hijo de Kryptón. Especialmente en esta parte se puede apreciar que la temática
no sólo va acerca del origen de la justicia, o de quién tiene la razón y quién
no, sino de la voluntad de algunos cuyas convicciones son firmes para enfrentarse
a la locura, y cómo otros que alguna vez fueron llamados héroes pueden sucumbir
hasta volverse verdaderos monstruos.
El tercer año del conflicto se complica cuando entramos a
los terrenos de la magia, y el encargado de poner en su lugar al hombre de
acero es el sarcástico exorcista John Constantine, quien tendrá sus propios
pendientes durante la batalla. Entidades poderosas hacen colisión poniendo en
peligro la propia realidad, tales como Trigon y Mr. Mxyzpylk, quedando en medio
los que desean hacer justicia y los que desean proclamar venganza en el mundo.
Y aunque los hechiceros lograron herir en muchas formas al poderoso alienígena,
siempre está ese hábito de los magos por no revelar todos sus secretos, dejando
a la resistencia sin mayores opciones en el momento crucial.
El cuarto año consta de un enfrentamiento épico de
divinidades, cuando los viejos y nuevos dioses se involucran en los asuntos de
la tierra, deseando tanto el control como absolución de los mortales. Batman
juega un camino peligroso al hacer un pacto con Ares, antiguo dios de la guerra
para quitar al Kryptoniano del camino, y todo se complica cuando el padre Zeus
decide retumbar su relámpago contra el mundo. Y la reciente aparición de tantas
entidades en la tierra, provocará tensión en los miembros actuales de la Liga
de la Justicia, dando origen a enfrentamientos dolorosos entre los que antes
eran firmes aliados.
La historia prosigue hasta su quinto año de conflictos,
donde viejos miembros de la Liga, así como sus respectivos némesis vuelven en
una mescolanza de catástrofes abundantes con la única intención de acabar con
la opresión de Superman. Se destaca la integración de Bizarro y Doomsday, así
como viejos villanos de Gótica contra el régimen bestial de los superhéroes. Y
lo más resaltable es que aquí la corrupción de Superman alcanza niveles
horrendos al verse involucrado en la muerte de Alfred Pennyworth, el mayordomo
de Bruce Wayne, y quien ha sido la sombra del murciélago desde sus inicios. Las
lealtades se cuestionan desde ambos bandos, tales como Barry Allen y Selina
Kyle.
Sin mayores opciones, una idea los lleva al camino más
peligroso hasta el momento, una oportunidad, un llamado hacia otro mundo, una
dimensión donde la catástrofe es evitada, y los héroes más grandes son traídos
para enfrentar a sus contrapartes corruptas.
El maravilloso desenlace de esta excitante historia es
narrado por uno de los personajes más emblemáticos, y quizá más inesperados de
toda esta saga: Harley Quinn. Manteniendo una conversación con algún
desconocido, ella nos cuenta paso a paso los sucesos desde que el portal entre
dimensiones estalla, haciendo que varios personajes se entremezclen en un solo
universo.
El Joker del universo paralelo
hace su aparición, haciendo que nuestra querida Harley pierda la cabeza por
unos minutos, incluso llegando a lastimar a sus proclamados aliados de su nuevo
equipo antidisturbios. Ella intenta zafarse por todos los medios de la
influencia del bufón, hasta que el propio Dr. Fate le dice que sólo una palabra
cambiaría las cosas. De ese modo, al extremo de una situación, finalmente
Harley le planta cara a su supuesto amado, y con un firme no le propina varios golpes recuperando así su identidad. Un hecho
sin precedentes que la hace tomar una actitud heroica, enfocándose en salvar al
mundo.
Así nace la horda de Harley, quienes deciden tomar la
justicia por mano propia y salir al pandemónium de la ciudad del mañana, donde
los héroes y villanos tienen su última disputa. Su objetivo es mantener a la
gente a salvo de todo peligro, y tan cumplen su palabra que Harley llega a
darle un firme puñetazo a Doomsday cuando éste combate al Superman del universo
paralelo. El campeón de Metrópolis se sorprende ante la ayuda de Harley, y al
ver cómo una criminal como ella puede seguir un camino justo, se ve inspirado
por ella para continuar con la lucha hasta su final.
La última pelea entre ambos Kryptonianos es inevitable,
donde el opresor se ve rápidamente superado ante las convicciones del buen
Superman. Los demás miembros del régimen son atrapados y juzgados por sus
crímenes, mientras que la Horda de Harley es felicitada por mantener a varios
civiles con vida durante la lucha.
Al final se nos revela que el personaje misterioso que
fungía como oyente de las correrías de Harley, era la propia Harley Quinn del
universo alternativo. Estando el Joker bajo custodia, ella ahora no sabe qué
hacer con su vida, por lo que Harley decide tomarla bajo su manto al lado de Poison
Ivy y hacer que juntas encuentren una nueva forma de pasar el tiempo. El inicio
de una hermosa amistad.
Puedo afirmar que esta es una conclusión magistral para
todos los personajes, y dieron un término muy atinado a la historia de Harley
Quinn. Ésta se me antoja como una impecable metáfora visual sobre los infinitos
caminos de la justicia, y de las mejores historias de superhéroes que haya
tenido la gracia de conocer. Todos los momentos de muerte y renacer, desde la
corrupción hasta la redención, todo alcanza un clímax fantástico con la guía de
la esperanza, la misma que hará brillar tantas extraordinarias historias en un
glorioso amanecer de este auténtico arte.
Maximilian de Zalce.
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