jueves, 20 de abril de 2017

La vida teatral.

LA ERA DE LAS POSIBILIDADES
Presenta:

LA VIDA TEATRAL
El arte de contar historias

Por
Maximilian de Zalce.

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“Los dioses habíanme otorgado casi todos sus dones: poseía el genio, un nombre ilustre, una elevada posición social, la fama, el esplendor, la audacia intelectual. Yo he hecho del arte una filosofía y de la filosofía un arte; yo he enseñado a los hombres a pensar de otra forma y he dado otro color a las cosas. Cuanto yo decía o hacía asombraba a las gentes. Me apoderé del drama, la forma más objetiva que se conoce del arte, y lo convertí en un medio de expresión tan personal como una poesía lírica o un soneto, y al mismo tiempo amplié su campo de acción y lo enriquecí en su psicología. Drama, novela, poesía en prosa y poesía en verso, diálogo espiritual o fantástico, cuanto yo toqué lo revestí de una belleza nueva. E incluso a la verdad le impuse el artificio y le di su carácter natural e hice de ambos su imperio legítimo. Y mostré que la verdad y el artificio son únicamente unos aspectos intelectuales”.

Oscar Wilde.

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Desde sus orígenes se ha consolidado como una de las manifestaciones artísticas más monumentales de la conciencia humana, una travesía de conocimientos tan prolíficos y avasallantes que hasta la fecha sigue asombrando al mundo entero con sus hazañas. El teatro es vida. Y como tal, ha sido la raíz de momentos gloriosos en la historia que nos contempla.
La noción de lo extraordinario se traduce a través de sus héroes, y toda disciplina que ejerza un acto comunicativo tan indispensable se debe a la multi-dimensionalidad de sus actores que prestan su energía al suceso teatral. Dicha suma de voluntades permite la proyección de historias que merecen ser contadas, y es por ello que en esta ocasión compartiremos algunas dignas de mencionarse.
Cuando me inicié en esta maravillosa búsqueda, me encontré con unas palabras que llamaron poderosamente mi atención:

Es cuestión a debatir. Y, por tanto, interesante en su arista polémica. He aquí sus enunciados: El teatro leído resta interés a la fábula. ¿Puede suplir la lectura de una obra a su directa contemplación escénica? No intentaré suscitar el aspecto económico de la cuestión. Ahí no habrá acuerdo posible.
Hay quien cree que el lector de una obra de teatro, en general, es un espectador perdido. Otros opinan que la lectura de una comedia encamina al lector hacia el teatro, deseoso de contrastar su personal visión del asunto con la entonación dialéctica del actor; interesado por ver cobrar vida ante si a aquellas criaturas que él imaginara en su vigilia de lector. Y es que cada lectura de una obra dramática, al margen de toda acotación, vislumbramos un mundo escénico propio, adoptamos ante la obra una actitud personal, interpretativa.
Leer teatro exige una actitud mental favorable. Hay que sentirse partícipe de una emoción estética muy distinta, por ser más libre y creadora en sí, de la que sentimos frente al escenario iluminado, dispuesto para recrear las criaturas del drama. Es resolver en nuestra propia intimidad como diría André Villiers, todo un “problema de participación y comunión”. Muy parecido problema, en el ámbito intelectual menos exigente, puede derivarse de la ausencia de grandes auditorios en una representación minoritaria o en un simple ensayo, cuando el asistente ha de replegarse sobre sí mismo, fundirse con la llama viva que es siempre la presencia del actor.
Sería ésta una actitud mental equidistante de la representación normal y de la lectura de una obra dramática. Un tránsito, por el sendero de la confidencia, entre la conciencia colectiva que insensiblemente se forma en todo graderío y la recogida, personal, creadora intimidad del lector obligado a interpretar la obra para sí, a recrearla él también en su imaginación.
A través de estas consideraciones podemos deducir el rango intelectual del hombre al que gusta leer teatro, siempre favorable a toda recogida actitud, devota y sensible actitud de oficiante. Para bien del Teatro este hombre existe.

El teatro consta de mundos, posibilidades, la realidad en el corazón humano y la ficción que retrata los anhelos de nuestro interior. Una vez se preguntó: ¿qué es el teatro?, ¿ficción o realidad? Y el poeta respondió: “A través del arte, vives todas las vidas que quieres vivir”. Por ello, el teatro implica trabajo, talento, pero más importante aún, implica propósito. De este arte no se puede subestimar su valor holístico, la unificación de tus dones, todos encaminados a la virtud de la creación. Y en honor a ello, comenzaremos esta magnífica travesía.

6
AMOR

“MARRAMIAU”
Comedia en tres actos
por
Edgar Neville.

“Pero ya nada me retiene aquí, ya sabes cómo fui creada. El amor, la primavera y la luna llena, se pusieron de acuerdo para hacer de mí una mujer, pero la luna se va marchando y tu amor también. (Desesperada) Estoy perdiendo pie, sin amor volveré a ser un animalito. Todo el mundo se convierte en un animal si no tiene amor”.

Iniciamos con un romance que prevalece a través del tiempo, una historia de búsqueda y perdición que con lentitud nos conduce a los terrenos de la magia y la lealtad. Esta obra es precisamente la encarnación de un ideal que persiste sin importar las épocas hasta el reencuentro de unos únicos instantes con el ser amado.
Jorge Merlin, un escritor desconocido con anhelos de libertad, una noche es bendecido por los misterios del pasado, y mágicamente su gatita Ofelia se transforma en una mujer humana. Ahora éste deberá conocer sus raíces que lo llevaron a vivir ese antiguo romance, y tomar la última oportunidad de conocer el amor verdadero, aunque dicha noción puede presentarse de las formas más inesperadas.

5
VERDAD

“EL AJEDREZ DEL DIABLO”
Comedia en un acto y en prosa
por
Joaquín Calvo Sotelo.

“Es menester morirse…, provisionalmente, para poder distinguir el oro puro del mal dorado…”

“La verdad nos hará libres”, así reza aquella máxima, y esta historia conlleva ese gran esplendor, pues esa es la premisa central de esta breve comedia.
Don Augusto, un hombre entrado en años posee una vida pacífica al lado de sus seres queridos, pero la visita de un misterioso Señor Gómez, le hará comprender que no todo es lo que parece, puesto que una intrépida jugarreta le permitirá descubrir los auténticos rostros de sus allegados, y cómo cada pieza del tablero va cayendo precisamente en su lugar hasta su inevitable remate.

4
FE

“LA CIUDAD SIN DIOS”
Apuntes para una leyenda dramática, en un prólogo, cinco cuadros y un epílogo, con un solo intermedio
por
Joaquín Calvo Sotelo.

“No, quizás no son estos tiempos de milagros. El milagro necesita de la fe, como el trueno de la electricidad. Pero yo pienso que, desde que el mundo es mundo, alguna vez quien lo creó, sea quien sea, habrá querido hacerse presente a los hombres. Y para eso habrá tenido que servirse de los milagros. Y, desde luego, si algún enviado de Dios pisó alguna vez sobre la tierra, ése, no lo dude, habrá hecho milagros”.

Esta vez nos encontramos con la complejidad de un mundo alterno pero a la vez próximo y reconocible para nuestra época. ¿Cuál es el fin de los ideales?, ¿dónde la muerte de las nociones, de los llamados? Aquí los vestigios de una leyenda sublime, una auténtica lucha entre la iluminación y el abismo, la liberación y la perdición en un escenario.
Conocemos a Nicolai Nordson, actor dramático desconocido por el mundo, quien vive una realidad donde las nociones divinas han expirado ante la ambición humana. En búsqueda de mantener bajo control a las personas, el Estado encarga una pequeña experimentación social sobre el mítico pueblo de Welskoye, en donde Nicolai interpretará de manera vívida el papel de un profeta para compartir a millones de oyentes la palabra de Dios; sin embargo, cuál será el destino de este viajero cuando la realidad y la ficción se entrecrucen en nuevas preguntas que le harán cuestionarse sobre su entorno y sobre sí mismo. Una bellísima analogía de meta-ficción sobre el poder de los ideales y el cambio de la naturaleza con respecto al llamado de lo prodigioso.

3
FANTASÍA

“UNA TAL DULCINEA”
Juego en dos partes
por
Alfonso Paso.

“Tal vez. Pero si está loco, su locura es mejor que la mía. Ha vivido un cuento, una escena que cualquier ser normal hubiera descubierto a los diez minutos, sin advertir que era un juego o sin querer advertirlo”.

A veces la constante contemplación del mundo nos puede devolver la mirada a un universo de maravillas indecibles e inacabables, más cuando el soñador posee la firmeza de ver al mundo por primera vez a cada paso. Nos lanzamos a la aventura con corazón y valentía, sin saber que nuestras hazañas pueden inspirar futuras generaciones de caballeros que lucharían por ver cumplido el mundo que anhelaron desde pequeños. Así el fiel Don Quijote, cuya leyenda sobrevive hasta nuestros tiempos.
Juan de Figueroa vive en un mundo moderno que no reconoce como suyo, y son las alucinaciones provocados por el retrato de una tal Dulcinea del Toboso los que parecen despertar un antiguo hechizo en la torre donde se hospeda al lado de su esposa. El pasado y el presente danzan en momentos, y la llama de la aventura se encenderá en su alma, siendo seguido por su fiel escudero Enrique, en la búsqueda de su amor imposible. Y aunque la fantasía nos dibuje mundos desconocidos, el final de nuestro viaje nos presenta las mismas tierras que nos vieron nacer.

2
DOLOR

“EL PROCESO DE OSCAR WILDE”
Comedia en tres actos
por
Mauricio Rostand.

Aquel que en la nada lo encontró todo, un artista que descubrió las virtudes del sufrimiento, un ser que fungió como el ángel caído que asciende. Una magnífica obra donde se nos presentan brevemente los acontecimientos que encaminaron a Oscar Wilde hacia su último juicio, y eventualmente a su encarcelamiento. En esta puesta escénica no sólo conocemos las vivencias del dramaturgo, sino también las decisiones que lo llevaron a su transformación definitiva, y cómo mantuvo su luz contra toda obscuridad.

Hemos llegado a un punto crucial, donde los caminos bendicen la llegada de una obra espléndida. No debería sorprenderles el que decida concluir con esta historia, pues el teatro auténtico, la vida teatral que he proclamado desde el inicio de este viaje, es aquel que se vive y que se comparte al mundo. Es para mí un gran orgullo el ser un miembro de la Compañía Teatral Orchestra Artes Escénicas, y ser partícipe de nuestra más reciente historia.

1

LA CULPA LA TIENE CYRANO
ó
de flores marchistas y lluvias aisladas
Comedia magnífica
por
David Árneth Cohen.


Un actor treintañero, quien interpreta al Cyrano, se une a otros tantos enfermos de amor para conformar, lo que ellos denominan “la orden de la última rosa”, grupo de autoayuda dirigido por la Madre Vale.

Aquella premisa es el comienzo de una formidable cruzada de un grupo de actores que se entregaron en cuerpo y alma para mantener vivo el eterno resplandor del teatro. Bien lo dijo Wilfrido Momox en el Noveno Rally de Teatro Independiente: El teatro no debe morir. Y las grandes historias son las que precisamente encarnan los más puros sentimientos y anhelos de la humanidad, haciendo que el amor, la verdad, la fe, la fantasía, inclusive el dolor y el sufrimiento, se expresen de formas únicas en los corazones de las personas.


Se pueden decir tantas cosas de este maravilloso trabajo, como la incomparable experiencia de pisar un escenario con individuos tan increíbles, cuyas voces e interpretación nos hacen viajar por posibilidades tan vivas donde la ficción se vuelve un suceso eterno.


El poder experimentar un arte tan magnífico me produce una sensación satisfactoria, donde no sólo existe el encuentro de uno mismo, sino también la búsqueda y la construcción de una conciencia más elevada en cuanto a todo lo que eres y todo lo que te rodea.


Existen tantas anécdotas que este breve espacio no me permitiría narrar a plenitud, pero el trabajo permite el ser testigo de momentos tan extraordinarios, cuando el personaje cobra vida por primera vez dentro de una escena y éste crece en tantas formas posibles, con conciencias tan diferentes. De pequeño mis primeros ídolos fueron héroes con los que pude compartir pequeños instantes a la luz de una pantalla televisiva, y ahora me alegra el poder expresar que esos mismos ideales, emociones y virtudes se han manifestado en héroes de carne y hueso al momento de actuar.


El formidable desempeño en cuanto a dirección, producción, y diseño de arte (del cual estamos contemplando sus notables creaciones) se conjuntan en la formación de esta gran puesta en escena con sus respectivas y únicas actuaciones destacables. Aquello ha provocado que la historia evolucione en muchos niveles, ganándose a pulso un merecido lugar entre las piezas magistrales dentro de la misma mitología de Orchestra.


Magia, pasión, amor, sueño y vida…así inició mi camino, mi aventura, mi llamado, y ha sido una cruzada de constante aprendizaje, de derrotas y victorias, las cuales me han preparado para un propósito mayor. El teatro me ha permitido la libertad de vivir, y nuestra reciente historia posee la grandiosa cualidad de provocar el mismo sentimiento cuando llega al corazón del público, hacerlos experimentar esa liberación y concebir más posibilidades. Todas las historias  de Orchestra se dirigen a ese mismo acorde: yo soy el director de mi propia vida.


Es una alegría indescriptible el poder expresarme de tan maravillosa historia, y lo es aún más el agradecimiento de mi corazón por formar parte de la misma. Aún hay mucho por decir, y dejaré que sean las acciones dentro del escenario los nuevos discursos que quiero decir al universo entero. En el horizonte contemplo una próxima temporada, y mis rezos van dirigidos a la luna para hacer de ésta una experiencia inolvidable para todas aquellas almas, artistas, buscadores y enfermos de amor que tengan el deseo de explorar nuevos mundos.


Hasta nuestro próximo encuentro, que los sueños vivan, que las historias crezcan, y que el amor haga vibrar nuestros corazones hasta las estrellas. Así la vida teatral…

Así mi vida.

Maximilian de Zalce.


Si desean conocernos más a fondo, he aquí este magnífico documental.



Todas las imágenes mostradas no me pertenecen de ningún modo.
Todas son propiedad de la compañía Orchtestra.
Su utilización es por motivos de enseñanza.
Gracias por la debida atención.

El hombre en busca de Dios.


“Durante los miles de años de la historia humana, el hombre ha buscado a Dios por muchas sendas. El resultado ha sido la gran diversidad de expresión religiosa que vemos por todo el mundo: la variedad ilimitada del hinduismo, el monoteísmo que profesan judíos, musulmanes y la cristiandad, y las filosofías orientales del sintoísmo, el taoísmo, el budismo y el confucianismo. En otras regiones la humanidad ha recurrido al animismo, la magia, las prácticas espiritistas y el chamanismo. ¿Ha tenido éxito el hombre al buscar así a Dios? Prescindiendo de los orígenes religiosos de usted, mediante este libro lo invitamos a unirse a esta fascinante búsqueda del Dios verdadero”

Los publicadores.
Watch Tower Bible and Tract Society of Pennsylvania.

La religión es un tema de índole universal, ampliamente abordado desde millones de perspectivas a lo largo de la historia, en varios campos del conocimiento humano tales como el arte, la ciencia, y la filosofía. La primera vez que me topé con este destacable texto fue al culminar uno de mis propios ensayos con el título El inicio del ser: los misterios de la imaginación, con lo que vino el despertar de nuevas dudas. El libro, a muy grandes rasgos, consta de una recopilación, magnífica a mi parecer, sobre los orígenes de las distintas religiones que han existido a través del tiempo, dirigiéndonos a la evidencia del Dios Jehová. Las grandes incógnitas de la humanidad son los propios desafíos del futuro ser humano, y por ello, abordaré este tema desde una perspectiva humilde. En anteriores ensayos he referido mi crianza católica, aunque la flexibilidad y el amor materno me han permitido forjarme un juicio distinto y una exploración alocada por universos imposibles, de modo que denotaré el máximo respeto a mis próximas verborreas.

“¿Qué indica esta gran variedad de devoción religiosa por todo el mundo? Que por milenios la humanidad ha experimentado una necesidad y anhelo espiritual. El hombre ha vivido con sus dificultades y cargas, sus dudas y preguntas, entre ellas el enigma de la muerte. Los sentimientos religiosos se han expresado de muchas diferentes maneras cuando la gente ha acudido a Dios o a sus dioses en busca de bendiciones y consuelo. La religión también trata de contestar las importantes preguntas: ¿Por qué existe el hombre? ¿Cómo debemos vivir? ¿Qué encierra el futuro para la humanidad”.

Este fue el primer fragmento del libro que me asombró, pues en él contemplé los indicios de este ideal extraordinario tan referido en mis historias. Desde el comienzo del ser, nuestro proceso interpretativo ha dado forma a nuestro entorno, así como nos ha dotado del lenguaje y la reflexión. De esa forma nuestra vida ha avanzado, y hemos podido conquistar grandes misterios como nuestra capacidad de fabricar y destruir. Sin embargo, por más terreno que encontramos, siempre nos hallamos frente a un horizonte inhóspito y desconocido, un espacio que aunque nos provoca miedo, también una inmensa curiosidad. La religión es uno de esos tantos caminos que obedece a esta búsqueda de lo inexplicable.
Los matices de la divinidad han aparecido en nuestra historia con infinitas interpretaciones, y el texto cuestiona reiteradamente su origen citando a varios autores, debido a que desde los comienzos de la investigación científica y la teoría de la evolución humana, se puso en tela de juicio las cualidades místicas de la propia religión.

“[…] Después de años de luchar con esta cuestión, muchos han concluido ahora que no es muy probable que se adelante mucho en resolver la incógnita del comienzo de la religión. Esto se debe, en primer lugar, a que los huesos y restos del pueblo del pasado remoto no nos dicen cómo pensaba aquella gente, ni lo que temía ni porqué adoraba[…]”.
“[…] Debido a todas estas incertidumbres, el libro World Religions-From Ancient History to the Present (Las religiones universales-desde la historia antigua hasta la actualidad) llega a la conclusión de que “el historiador moderno de religiones sabe que es imposible llegar al origen de la religión”. Sin embargo, sobre los esfuerzos de los historiadores este libro dice: “En el pasado, demasiados teóricos buscaron, no solo describir o explicar la religión, sino eliminarla por explicaciones, pues creían que si se mostraba que sus primeras formas se basaban en ilusiones, entonces podrían socavarse las religiones posteriores y superiores […]”.

Es una simplicidad concluir que la religión es solamente un tema hereditario, algo que se inculca a futuras generaciones, porque aún en virtud de sus enseñanzas el ser humano posee esta capacidad de afrontar otros conflictos derivados de su deseo de conocer, y la construcción de sus diferentes anhelos. No hay que cuestionar nunca la práctica de una religión, a no ser que esta se realice de manera mecánica sin significado alguno, lo cual no sólo atenta con toda religión, sino con la propia dignidad del ser humano, pues no imagino algo más terrible que una mente incapaz de ideales, esperanza e imaginación.

“Superficialmente las muchas religiones de hoy día parecen diferir mucho unas de otras. Sin embargo, si las despojamos de las cosas que son sencillamente adornos y añadiduras posteriores, o si les quitamos las distinciones que son el resultado del clima, el idioma, las particularidades de su tierra nativa y otros factores, es sorprendente cuán similares resultan ser la mayoría de ellas”.

Se puede decir que todo se encierra en breves palabras: “creencia”, “fe”, “ilusión”. Todas son creaciones humanas que hemos dado a las figuras incorpóreas de lo desconocido. Si el auténtico origen de las religiones que predominan el mundo fuera tan solo una ilusión de los primeros seres humanos que pisaron la tierra, ¿eso realmente “socavaría” las creencias de muchos? Puede ser, pero a eso, me atrevería a lanzar una pregunta: ¿no es acaso, la ilusión, algo real?
De cierta forma, las ilusiones que tenemos como especie existen, puesto que si fueran irreales, entonces no las tendríamos en lo absoluto, mucho menos dándoles un nombre. Eso pone en tela de juicio el propio concepto de irreal en la vida humana, pero cuando uno surca los terrenos de la divinidad, toda lógica pierde sentido, aunque no quiero decir que esta sea obsoleta, pues es el sustento de nuestros avances, y de ello han surgido maravillas. Únicamente me refiero que hay más cosas por descubrir.

“Una razón para considerar los mitos es que son la base de creencias y ritos que todavía son parte de las religiones de hoy. Por ejemplo, la creencia de un alma inmortal puede rastrearse desde los mitos antiguos asiriobabilónicos y por la mitología egipcia, la griega y la romana hasta la cristiandad, de cuya teología ha llegado a ser parte fundamental. Los mitos evidencian que el hombre de la antigüedad andaba en busca de dioses, así como de significado en la vida”.

La literatura, así como otras artes y disciplinas fueron el organismo central que permitió la creación de numerosas piezas representativas de la inquietud humana ante lo divino. Sostengo la fantástica teoría de que en la tierra existen puntos de concentración donde las fuerzas del universo son más influyentes, y la interpretación del ser dio nombre a esas energías permitiendo la construcción de símbolos y los diferentes campos de conocimiento que exploraron los distantes caminos hacia los reinos superiores. De ahí la mítica anécdota de la Torre de Babel, la puerta de Dios, donde la humanidad quiso encontrar al supremo en las alturas, y éste los castigó con los millones de lenguajes que se hablan hasta la actualidad. Una interesante historia que nos regala el saber de que antes de conquistar los cielos, debemos conquistar la tierra y sus habitantes. ¿Y qué nos deparó esa búsqueda? Sufrimiento, incertidumbre, pero también experiencia y revelación; aquello fue el inicio del regreso a la tierra prometida, a la primera unidad que buscamos a través de tantas maneras, y de ahí, el resto de religiones que surgieron después. Es destacable la íntima simbiosis que guarda la religión con la mitología, puesto que tantas historias de deidades y héroes fueron los cimientos de un prolongado sistema de creencias que sobrevive hasta nuestros días, y anécdotas como el diluvio universal, elegidos mesiánicos, retorno a lo celestial, e inmortalidad del alma son concurrentes en cada cultura.
El libro entonces parte del espiritismo y la magia como fuente de muchas supersticiones, acompañada de algunos campos del saber como la astrología y las matemáticas, que dieron fuerza a su cualidad religiosa.

“[…] ¿Qué fuente u origen tienen todas estas prácticas y supersticiones? ¿Son solo diferentes maneras de acercarse a Dios? Y, más importante aún, ¿qué hacen para los que las siguen? Para la respuesta a estas preguntas tenemos que investigar la historia antigua del hombre y ver cuáles eran sus primeras maneras de adorar […]”.
“[…] Contrario a lo que aleguen los evolucionistas, el ser humano posee una dimensión espiritual que lo distingue de las creaturas inferiores y lo hace superior a ellas. Nace con el impulso de investigar lo desconocido. Siempre está luchando con preguntas como: ¿Qué significado tiene la vida? ¿Qué pasa después de la muerte? ¿Qué posición ocupa el hombre con relación al mundo material y, de hecho, con relación al universo? También lo impulsa el deseo de comunicarse con algo más elevado y poderoso que él mismo para adquirir algún dominio sobre el ambiente y su vida […]”.

A partir de este punto, inician las andanzas del hinduismo, budismo, taoísmo, confucianismo, y el sintoísmo respectivamente, explicando a profundidad sus creencias, términos, fundamentos, deidades, y obras más representativas; de ahí se prosigue al surgimiento del judaísmo, el cristianismo, y el islam, en donde se nos describe ampliamente sus principios, rituales y tradiciones. Sobran los pasajes que fungen como evidencia a esta similitud universal que existe entre cada religión, así como la búsqueda que representa cada una para explicar las más agobiantes incógnitas de la especie humana. Posteriormente se nos menciona una época de incredulidad sobre el tema de Dios en el mundo, y cómo se formaron los primeros testigos debido a su neutralidad cristiana y regreso de las verdades bíblicas.
Podríamos denominar a estos fragmentos como la parte más turbulenta de todo el libro, únicamente por las diferentes confrontaciones de principios que puedan surgir debido a la religión, fe, creencias o ser de cada persona que llegue a leer esta novela. Y más allá de elaborar una crítica, puedo deducir que era algo natural que este libro cerrara con esta certeza, ya que fueron ellos los que realizaron este escrito. Y en realidad, todo iba encaminado a las descripciones cronológicas de su formación y el incremento de su estructura interna.
Aún con todo ello, el libro es interesante debido a su contenido bien detallado, con una prosa flexible y a la vez contundente sobre cada punto que abarca. Al permitirme apreciar el interior de sus páginas pude envolverme en un inicio histórico donde los seres humanos tuvieron las primeras preguntas que les abrieron un largo camino. La humanidad es buscadora por naturaleza, y existen infinitas sendas del saber que nos conducirán a la elevación de lo misterioso. El hombre en busca de Dios, es el testimonio de la aventura más antigua del universo, el llamado de lo desconocido, ¿y qué nos acerca más a lo extraordinario, que la búsqueda de lo imposible?

Maximilian de Zalce.

miércoles, 12 de abril de 2017

Un verdadero arte.

UN VERDADERO ARTE
El instinto de la fe y el ideal extraordinario.

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“Nuestro interior es una inmensa obscuridad, hogar de una legión de voces”.

“Las enseñanzas humanas son transcendidas por las de la Luna y sus misterios”.

“La fe consiste en decir que la comunicación existe, porque el negar su existencia es tanto como negar la del amor en sí”.

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La creación conlleva propósito.

La vida conlleva evolución.

La libertad conlleva sufrimiento.

¿Y la verdad?

Conlleva misterios, caminos y contradicciones.

Por un momento tratemos de imaginar lo inimaginable, de contemplar lo invisible, de dar forma al caos, de resolver la ecuación invencible de la infinidad, y establecer el comienzo del fin. El resultado podría ser la visión más clara de Dios en nosotros mismos. Aunque claro, sólo exagero, pues no podemos definir de una manera tan simple lo que muchos historiadores, matemáticos, filósofos y entusiastas oportunistas han tratado de desentrañar con años de estudio e investigación. Sin embargo, todo escritor y artista que se reconozca como tal, sabe reconocer un reto al aire que le invite a ser testigo de las maravillas infinitas de la reflexión.
La historia me contempla a la vez que atisbo mi propia historia, donde es inevitable recordarme en aquellos ayeres de dicha en la supuesta trascendencia de mis aventuras pasadas, convertidas en montones y montones de escritos que trataban de responder la sencilla pregunta de quién soy y qué hago en este mundo. Tantos años ya, adentrándome a los reinados de la soledad, con la venus del silencio y los sueños de la creación, todo en una sola travesía de difícil inicio y difícil final. ¿Qué más puedo decir? Siempre divago en este género, ¡y me gusta!, un inesperado bienestar, ¡me sabe a esperanza!, me sabe a amor y a sufrimiento.
Pero prosigamos, pues para eso estamos aquí. Tantos años enfrentándome a la blancura del papel, y ahora hasta siento dolor de cabeza al no poder liberar todo lo que siento en cuanto a lo que me sigue en esta vida. Me gustaría dar inicio con una pregunta que ha rondado por mi cabeza estas últimas semanas, y que seguramente a muchos (no a cualquiera, por desgracia) le haría eco en sus pensares. Han sido llamadas de muchas formas, como guías, trayectorias, labores de trascendencia, caminos de vida, pero me he decidido por el concepto de conocimientos, tales como la ciencia, la religión, el arte, la psicología, el deporte, la organización, entre muchas otras. Mi pregunta, con respecto a lo anterior, es la siguiente… ¿un conocimiento puede morir? Y lanzo la pregunta, en este sentido, pues no podría citar en estos momentos alguna disciplina muerta hasta nuestros días. De entre el olvido y la práctica, hemos sido testigo de una era prodigiosa de avances y progresos en varios campos del saber, a lo que surgen más interrogantes.
Supongo que mi pregunta es tan caprichosa como la de cuando una lengua civilizada puede morir, ya sea por dos o tan sólo uno de sus hablantes como sobrevivientes a un cataclismo de su práctica. Un conocimiento como tal, tiene la habilidad de ser auto-sustentable, debido a su inventiva y trascendencia en el prójimo, capaz de adaptarse a cualquier circunstancia, y a través de ello seguir evolucionando. Puedo suponer, humildemente, que un conocimiento llega a morir cuando éste no obedece ya a ninguna inquietud dentro de nosotros mismos, puesto que todas las disciplinas antes mencionadas surgieron a partir de una sencilla necesidad con el pasar de la historia.
Todos esos conocimientos van dirigidos a descubrir la verdad, varios matices de la misma, o lo que nosotros podríamos comprender por esa palabra. ¿Cómo esta constante búsqueda se dividió en tantos caminos? Otra de mis caprichosas preguntas, casi tan grande como la que me hice con respecto a nuestra capacidad de imaginar, ¿por qué se nos fue dado tal don?, ¿por qué lo desarrollamos?, ¿cuál es el motivo de desencadenar tales habilidades?, ¿qué propósito o qué ciclo fomentamos al ejercer estos saberes? Las teorías no faltan, y puedo afirmar que todo se deriva de una búsqueda, de un trayecto que seguimos celosamente hasta su fin. Obviamente una disciplina que no despierte ese instinto visionario, esa intuición cazadora, ese ideal por lo extraordinario y esa inquebrantable fe de algo más, merece condenarse al olvido seguro.
¿Algún día se llegará a la respuesta?, ¿seremos testigos de una prueba tangible e irrefutable de nuestra constante búsqueda por lo prodigioso, a través de los terrenos invisibles de nuestra naturaleza? Han pasado millones de años y seguimos ejerciendo dichos conocimientos, lo que nos indica que aún somos parte de esa gran búsqueda. Si ese gran comienzo dio rienda suelta al gran mecanismo del cosmos, para adentrarnos al encuentro de este ideal, entonces en eso radica su genialidad y propósito, todo en la eternidad de un momento, tan sólo un pequeño momento.

La creación conlleva propósito.

La vida conlleva evolución.

La libertad conlleva sufrimiento.

¿Y la verdad?

Conlleva misterios, caminos y contradicciones.

Pero sobre todo…

Una fe que no termina nunca.

En eso consiste un verdadero arte.

El triunfo de un ayer olvidado.

LA ERA DE LAS POSIBILIDADES
Presenta:


Por
Maximilian de Zalce.

¿Cuál es el origen de nuestros héroes? De pequeños escuchamos historias de sus hazañas, nos asombramos ante sus aventuras, y con cariño se forman los recuerdos de tantas noches de imaginación sobre las travesías que anhelamos realizar en algún futuro. Es de mi total comprensión que el tema a abordar en estos momentos sea algo predecible para aquellos que me conocen, aunque debe saberse que uno de mis principales objetivos no es sólo la exploración en valles inhóspitos, sino también los humildes reflejos que traen a mi alma la sonrisa del ayer. Por ello, mis intenciones no sólo se limitarán a un breve análisis sobre la reciente adaptación de estos protectores coloridos, sino dar respuesta al fenómeno inicial que me hizo fijarme en estos controvertidos aventureros.
Los Power Rangers conforman un capítulo bastante amplio de mi infancia, proviniendo de las primeras generaciones de superhéroes que me impactaron durante mis primeros segundos ante los universos imposibles. Tal fue mi alegría y mi entusiasmo que llegó la ocasión en que soñé en convertirme en uno de esos justicieros espaciales; y aunque eso pueda caer en lo absurdo, en realidad, ¿quién no desearía convertirse en sus héroes?
Argumento mis dudas al hacer una apreciación más detallada sobre el contenido de la serie en aquellos tiempos, porque al recordar su desarrollo y conflicto, no existía algo especialmente destacable dentro de la misma como para dar explicación al constante gusto que me provocaba. Cabe decir que por aquellas fechas recibí burlas masivas al compartir mi gusto por los Power Rangers, siendo que mis compañeros estaban más concentrados en temáticas reflexivamente más completas como lo era La Guerra de las Galaxias, aunque tampoco es el punto al que deseo llegar.
Aunque hubo un tiempo en que me mantuve fiel a Power Rangers, llegó una época en la que nos desconectamos, y no porque sintiera alguna repulsión por la misma, sino por simple naturalidad. ¿Pero por qué se daba aquello?, ¿qué tenía el Power Rangers de mi infancia al de una edad más madura?, ¿cuáles eran los matices contextuales que marcaban la diferencia de un tiempo a otro? Este es precisamente el punto, y no era simplemente porque empezara a ver otras cosas, siendo que cada caricatura, por decirlo de alguna forma, tenía un motivo en mi vida, una especie de llamado que absorbía mi atención. Y en Power Rangers no era distinto, porque la razón de ver ese tipo de cosas en mi infancia, a pesar de las explosiones sin sentido, los monstruos gigantescos, y la repetitiva secuencia episódica de cada generación, era la sensación de sentirme aceptado en un universo que consideraba propio. Y esto no indica ninguna comprensión inferior por ciertos temas, porque si volvemos a los orígenes de los héroes, todos provienen del mismo arquetipo, todos son símbolos, así como todos somos diferentes y reconocemos de forma distinta todos los matices del heroísmo. En esos tiempos yo no quería sables láser, ¡quería robots gigantes que combatían al mal!, y puedo citar una prolongada lista de mis expectaciones futuras en cuanto a lo que estos héroes implicaban para mí, y eso indicaba los anhelos de mi esencia, el cómo estaban conducidos hacia ciertos discursos. No podemos martirizar la concepción humana con la constante comparación de temáticas vivas en la humanidad, a no ser que un contexto específico así lo indique, lo cual es una responsabilidad como especie el discernir sobre lo que nos rodea y enaltecer la constante evolución de nuestras capacidades críticas y analíticas. Y con humildad, también creo en la percepción que nos permita apreciar más de un discurso.


Dicha apreciación me permite volver al punto inicial que nos ocupa, y es sobre el reciente largometraje de los Power Rangers recientemente emitido donde se nos narra los orígenes de los defensores espaciales y la nueva generación que hará frente a las fuerzas del mal. Debo decir que el concepto de los Power Rangers en un ambiente más “actualizado” no es nuevo como tal, porque el gusto de muchos fanáticos impulsó a un pequeño grupo a la realización de un cortometraje de los mencionados héroes, esta vez en un universo más violento y corrupto. Adi Shankar, dirigido por Joseph Kanh transmitió por la red Power Rangers, que aunque logró llamar moderadamente la atención igual tuvo un poco éxito entre los fanáticos, quizá más por el hecho de que éste no era el espectacular retorno que muchos esperaban de sus amados ídolos.


Saban´s Power Rangers, por otro lado, fue un épico regreso para estos superhéroes en sus versiones más brillantes. Desde sus míticos orígenes, hasta las personalidades de los protagonistas, todo cuadró en una aventura con momentos tan bien manejados, que me devolvieron a un ayer que creía perdido. Elementos como las gemas de poder, y los súper-poderes que cada uno de los muchachos comenzó a adquirir al verse expuestos a dicho material, dirigió las cosas por un cauce de eventos hasta la prueba definitiva de la mórfosis, que de hecho, se me hizo un giro sublime en cuanto al conflicto de la historia.


Los orígenes y desarrollo de la villana Rita se me hicieron bien planeados, dibujando a un personaje hambriento de poder, pero lo suficientemente amenazante para darle interés dentro de la historia. El simbolismo de la unión, aunado al resurgimiento de los megazords tuvo un desarrollo lógico dentro de la trama.


Es un gran placer para mí expresar esta felicidad con el mundo, y cómo los héroes que ocuparon tantas horas de mi infancia hacen un regreso digno dentro de todas estas posibilidades que me invitan a crear más historias extraordinarias, un gran homenaje a este triunfo de un ayer olvidado.


Maximilian de Zalce.

Injustice: gods among us.


El universo DC ha sido reconocido en muchos niveles no sólo por poseer a personajes increíbles, sino por haber creado las historias más maravillosas y contundentes, que incluso al día de hoy, nos siguen impactando como si fuera la primera vez que sabemos de ellas. “Crisis en tierras infinitas”, “El regreso del caballero de la noche”, “La noche más obscura”, “La paradoja del tiempo”, son sólo unos pocos de los grandes títulos que esta gran industria ha creado para nosotros. Pero incluso hasta la fecha nos sigue asombrando, pues la inventiva del Nuevo 52, aunque al principio algo confusa, ha sabido darnos material de leyenda; “El inicio del tercer ejército”, “La guerra de la trinidad”, “Muerte de la familia”, son de las primeras historias que me vienen a la mente, y las expectativas no dejan de elevarse cuando salió el primer número de Rebirth, dando unión a todos los posibles universos de la editorial, y cocinando los ingredientes de la más grande crisis de todos los tiempos. Pero otro es el tema que nos ocupa, pues me he visto impactado por el maravilloso desenlace del cómic, Injustice: Gods among us. Y una vez más, el legendario combate entre el hombre de acero y el caballero de la noche alcanza un esplendor único, en un arco argumental de seis tomos ampliamente aprovechados.



Todo inicia en Metrópolis, la ciudad del mañana, donde su invulnerable protector hace el descubrimiento más hermoso de su vida, al percibir el latido de dos seres en un mismo cuerpo: Lois Lane está embarazada. Pero el mundo no se detiene ante la noticia, y ambos siguen sus labores como superhéroe y reportera, siendo el primer atisbo de un desastre mayor.


La mujer es secuestrada por el mismísimo Joker, quien al lado de la lunática Harley Quinn, experimentan con ella de forma misteriosa; Superman, desesperado, acude a Batman, y se emite una alarma general para todos los miembros activos e inactivos de la Liga de la Justicia para encontrar a Lois. Aunque el hombre de acero logra encontrar al villano, éste se petrifica al saber que no estaba solo, topándose con la demoníaca figura de Doomsday.


Temiendo por la vida de sus seres amados, toma al monstruo llevándoselo fuera del planeta, mientras los demás miembros de la Liga detienen al payaso. Sin embargo, Batman descubre que hay una bomba nuclear escondida en Metrópolis, la cual se activará si el corazón de Lois Lane deja de latir. Antes incluso de terminar la pregunta, “¿y porqué dejaría su corazón de latir?”, el protector de Ciudad Gótica une los cabos sueltos, tratando de comunicarse desesperadamente con Superman. Pero ya es demasiado tarde: en medio del espacio la ilusión se desvanece, y el hombre del mañana contempla a su amada flotar sin vida frente a sus ojos. Una terrible explosión abre las puertas del infierno.



Completamente desolado por la muerte de Lois, Superman se dirige firmemente al asilo Arkham, siendo antes interceptado por Linterna Verde, quien le pregunta qué piensa hacer. Una breve riña hace que Hal Jordan quede sin poderes, haciendo que el hombre de acero continúe su camino hacia el payaso. En un acto sin precedentes, Superman irrumpe con violencia, y sin siquiera dudarlo, atraviesa el pecho del Joker ante un horrorizado Batman.


Esta tragedia ya tiene a sus personajes en su lugar, y se abre telón para el primer acto, donde Harley Quinn se ve seriamente afectada por la muerte del criminal, a la vez que Flecha Verde se da a la misión de secuestrarla para protegerla del campeón del Metrópolis. Por su parte, el último hijo de Kryptón se halla abatido en su fortaleza de la soledad, donde las noticias de violencia y muerte en el mundo empiezan a trastornarlo. Sin más, se lanza sin contemplaciones hacia un territorio bélico, dispuesto a finalizar con la disputa. En eso, Diana Prince, la Mujer Maravilla, decide apoyarlo en su decisión, y en una conferencia en las naciones unidas, Superman revela su alias de Clark Kent al mundo, como también exige un cese al fuego a escala global, culminando terminantemente con la locura y el horror que le quitaron a su familia.


Los gobiernos del mundo no ven con devoción las acciones del superhéroe, y por ello deciden secuestrar a sus padres, que en lugar de resultar una jugada eficaz, se torna en contra suya al permitir que los ideales del Kryptoniano sean seguidos por toda la Liga de la Justicia. Finalmente, logran rescatar a los Kent, pero Batman decide mantenerse lejos por si la cosa se sale de control.


Finalmente, el máximo opositor de Superman emerge desde las sombras, y el caballero de la noche le pide a su gran amigo que detenga lo que le está haciendo al mundo. Tiene lugar una discusión ética sobre como el tomar una vida salvó muchísimas otras, pero que un descenso de muerte siempre inicia con un solo asesinato; la justificación así trabaja, de modo que uno se sienta libre de consecuencias, y pueda volver a hacerlo una y otra vez. A pesar de todo, Batman aún guarda un gesto de compasión hacia su amigo, diciéndole que él es mejor que todo este carrusel de violencia, y aún puede enmendar este asunto, pero sus caminos sencillamente se distancian. Aquí da inicio la larga batalla entre el Régimen de Superman y la Resistencia de Batman.


El primer año consta de los primeros conflictos ideológicos sobre la protección de la tierra, y cómo Superman desea mantener la paz a cualquier costo. Un momento específico en donde se ven destruidos los ideales de Superman, es cuando los ejércitos de Darkseid atacan la tierra, y el superhéroe decide abandonar toda moral, aniquilando a todos los invasores en tan sólo unos segundos. El Kryptoniano inicia su descenso hacia las sombras, y Batman tendrá que hacer hasta lo imposible por tratar de salvarlo, aunque irremediablemente fallará en hacerlo entender, y el símbolo de Superman se convertirá en un signo de opresión para el mundo entero. Y con él, varios justicieros cruzarán la línea que hace mucho juraron no cruzar por un bien mayor.


En el segundo año de este enfrentamiento, tal disputa atraerá la atención de entidades poderosas, como los Guardianes del Universo, quienes deciden enviar a su Corporación de Linternas Verdes para detener al hijo de Kryptón. Especialmente en esta parte se puede apreciar que la temática no sólo va acerca del origen de la justicia, o de quién tiene la razón y quién no, sino de la voluntad de algunos cuyas convicciones son firmes para enfrentarse a la locura, y cómo otros que alguna vez fueron llamados héroes pueden sucumbir hasta volverse verdaderos monstruos.



El tercer año del conflicto se complica cuando entramos a los terrenos de la magia, y el encargado de poner en su lugar al hombre de acero es el sarcástico exorcista John Constantine, quien tendrá sus propios pendientes durante la batalla. Entidades poderosas hacen colisión poniendo en peligro la propia realidad, tales como Trigon y Mr. Mxyzpylk, quedando en medio los que desean hacer justicia y los que desean proclamar venganza en el mundo. Y aunque los hechiceros lograron herir en muchas formas al poderoso alienígena, siempre está ese hábito de los magos por no revelar todos sus secretos, dejando a la resistencia sin mayores opciones en el momento crucial.


El cuarto año consta de un enfrentamiento épico de divinidades, cuando los viejos y nuevos dioses se involucran en los asuntos de la tierra, deseando tanto el control como absolución de los mortales. Batman juega un camino peligroso al hacer un pacto con Ares, antiguo dios de la guerra para quitar al Kryptoniano del camino, y todo se complica cuando el padre Zeus decide retumbar su relámpago contra el mundo. Y la reciente aparición de tantas entidades en la tierra, provocará tensión en los miembros actuales de la Liga de la Justicia, dando origen a enfrentamientos dolorosos entre los que antes eran firmes aliados.




La historia prosigue hasta su quinto año de conflictos, donde viejos miembros de la Liga, así como sus respectivos némesis vuelven en una mescolanza de catástrofes abundantes con la única intención de acabar con la opresión de Superman. Se destaca la integración de Bizarro y Doomsday, así como viejos villanos de Gótica contra el régimen bestial de los superhéroes. Y lo más resaltable es que aquí la corrupción de Superman alcanza niveles horrendos al verse involucrado en la muerte de Alfred Pennyworth, el mayordomo de Bruce Wayne, y quien ha sido la sombra del murciélago desde sus inicios. Las lealtades se cuestionan desde ambos bandos, tales como Barry Allen y Selina Kyle.


Sin mayores opciones, una idea los lleva al camino más peligroso hasta el momento, una oportunidad, un llamado hacia otro mundo, una dimensión donde la catástrofe es evitada, y los héroes más grandes son traídos para enfrentar a sus contrapartes corruptas.


El maravilloso desenlace de esta excitante historia es narrado por uno de los personajes más emblemáticos, y quizá más inesperados de toda esta saga: Harley Quinn. Manteniendo una conversación con algún desconocido, ella nos cuenta paso a paso los sucesos desde que el portal entre dimensiones estalla, haciendo que varios personajes se entremezclen en un solo universo.


El Joker del universo paralelo hace su aparición, haciendo que nuestra querida Harley pierda la cabeza por unos minutos, incluso llegando a lastimar a sus proclamados aliados de su nuevo equipo antidisturbios. Ella intenta zafarse por todos los medios de la influencia del bufón, hasta que el propio Dr. Fate le dice que sólo una palabra cambiaría las cosas. De ese modo, al extremo de una situación, finalmente Harley le planta cara a su supuesto amado, y con un firme no le propina varios golpes recuperando así su identidad. Un hecho sin precedentes que la hace tomar una actitud heroica, enfocándose en salvar al mundo.
Así nace la horda de Harley, quienes deciden tomar la justicia por mano propia y salir al pandemónium de la ciudad del mañana, donde los héroes y villanos tienen su última disputa. Su objetivo es mantener a la gente a salvo de todo peligro, y tan cumplen su palabra que Harley llega a darle un firme puñetazo a Doomsday cuando éste combate al Superman del universo paralelo. El campeón de Metrópolis se sorprende ante la ayuda de Harley, y al ver cómo una criminal como ella puede seguir un camino justo, se ve inspirado por ella para continuar con la lucha hasta su final.



La última pelea entre ambos Kryptonianos es inevitable, donde el opresor se ve rápidamente superado ante las convicciones del buen Superman. Los demás miembros del régimen son atrapados y juzgados por sus crímenes, mientras que la Horda de Harley es felicitada por mantener a varios civiles con vida durante la lucha.


Al final se nos revela que el personaje misterioso que fungía como oyente de las correrías de Harley, era la propia Harley Quinn del universo alternativo. Estando el Joker bajo custodia, ella ahora no sabe qué hacer con su vida, por lo que Harley decide tomarla bajo su manto al lado de Poison Ivy y hacer que juntas encuentren una nueva forma de pasar el tiempo. El inicio de una hermosa amistad.


Puedo afirmar que esta es una conclusión magistral para todos los personajes, y dieron un término muy atinado a la historia de Harley Quinn. Ésta se me antoja como una impecable metáfora visual sobre los infinitos caminos de la justicia, y de las mejores historias de superhéroes que haya tenido la gracia de conocer. Todos los momentos de muerte y renacer, desde la corrupción hasta la redención, todo alcanza un clímax fantástico con la guía de la esperanza, la misma que hará brillar tantas extraordinarias historias en un glorioso amanecer de este auténtico arte.

Maximilian de Zalce.