“¿Qué más se puede decir de Dragon Ball?”, es una de las
formas en las que me hubiera gustado iniciar este escrito, pero eso sería para
mí una enorme y humana contradicción, pues después de todo lo que he
presenciado con respecto a esta serie, y el enorme crecimiento que ha tenido en
cuanto a sus personajes, es para mí un enorme orgullo afirmar que si, aún hay
mucho que decir sobre Dragon Ball.
Luego de algunos años de espera, Akira Toriyama nos
sorprende con dos increíbles películas, La
Batalla de los Dioses y La
resurrección de Freezer, que fungen como punto de inicio para una nueva y
mágica aventura. Dragon Ball Super comenzó
con lentitud, pues retomaba los argumentos ya antes vistos en las mencionadas
películas, aunque haciendo hincapié en algunos detalles importantes como los
son sus nuevos poderes y el potencial de los guerreros con respecto a los
Dioses. Para mí, el auténtico Dragon Ball Super inicia con el Torneo de Champa,
la Saga del Sexto Universo, específicamente en el capítulo 39, donde Son Goku
lucha con todo lo que tiene contra un enemigo difícil de derrotar.
A partir de ahí, las cosas sólo podían mejorar con la
aparición de Zamasu, en la Saga de la Justicia Obscura, donde nuestros héroes
se vieron presionados por un enemigo cuyo ideal era la eliminación completa de
los mortales en el plan divino. Aquello sería difícil de superar, pues las
habilidades de Son Goku parecían no conocer fronteras, incluso podrían
equipararse a los dioses, pero el futuro aún deparaba muchas sorpresas.
Después de organizar un breve torneo de exhibición para que
el gran Zeno-Sama pudiera contemplar lo que era una batalla de verdad, se opta
por la decisión de hacer un Torneo de Poder, que consiste en que diez
peleadores de cada universo se enfrenten en una batalla campal donde el premio
mayor sería la supervivencia de sus mundos. Y aunque tenemos un primer vistazo
de los Dioses de la Destrucción y sus Ángeles Guardianes, solamente ocho
universos se disputarían la gloria de no vivir la extinción divina.
Conforme más analizo la situación, no dejo de recordar aquel
manga realizado por fans conocido como Dragon
Ball Multiverse, donde diferentes posibilidades en el universo de Dragon
Ball se enfrentan en un torneo y ganar su mayor deseo. Puedo notar varias
similitudes, pues ya desde hace un rato, he podido notar que Akira Toriyama
recopila hasta cierto punto uno que otro matiz perdido entre los fanáticos,
incluso de algunas creaciones cuyo argumento está en una línea temporal
diferente, desarrollando así nuevos personajes.
Los únicos universos que no se
batirán en este decisivo combate son cuatro, los Universos 1, 5, 8 y 12, lo que
coloca aún más incógnitas sobre las capacidades de estos universos.
Por otro lado, cada uno de los Universos que participarán
poseen particularidades que llaman la atención, como el Universo 2, regido por
la Diosa Helles, quien lleva consigo a un séquito de guerreras que recuerdan
mucho al género de guardianas mágicas, pues el motor esencial de su poder es el
amor que sienten entre sí; el Universo 3, regido por el Dios Mosco, posee
peleadores de tipo máquina, cuyas capacidades estratégicas son algo destacable
en una batalla de ese tipo; el Universo 4, regidos por el Dios Quitela, un
conjunto de peleadores con distintas habilidades de igual forma son rivales de
temer; el Universo 6, regidos por el Dios Champa, hermano de Bills, posee a los
peleadores que conocimos en el anterior torneo, desde el legendario asesino
Hit, hasta el Saiyajin Kyabe, quien integra al torneo a dos féminas Saiyajin
cuyo potencial es extraordinario: una es Caulifla, la primer mujer en
convertirse en Super Saiyajin, y su hermana Kale, quien es la versión femenina
del Súper Saiyajin Legendario.
El Universo 9, regido por el Dios Sidra, posee guerreros de
todo tipo, aunque son el universo con el nivel mortal más bajo entre todos los
demás; el Universo 10, regidos por el Dios Rumsshi, posee peleadores con
elevadas capacidades en el combate cuerpo a cuerpo, los que les permite dar
batalla con cualquiera; y finalmente, el Universo 11, regido por Belmod, posee
a las Tropas de Orgullo, un grupo de justicieros invencibles comandados por el
Caballero de la Libertad Toppo, quien está al nivel de Son Goku, sin mencionar
que existe un ser llamado Jiren el Gris, quien se presume, es más poderoso que
un Dios de la Destrucción. El Universo 7, donde está Bills, es comandado sin
lugar a dudas por Son Goku, y quienes integran su séquito son Vegeta, Gohan,
Piccolo, los Androides 17 y 18, Krillin, Tenshinhan, el Maestro Roshi, y por
increíble que parezca, el sanguinario Freezer.
El Torneo de Poder comienza, regalándonos impresionantes
batallas y momentos inolvidables, tal como son el ataque en conjunto de Goku y
Vegeta contra el Noveno Universo, así como la batalla de Gohan contra el último
campeón del Décimo Universo. Tal es el resultado y la magnitud que estos son
los primeros universos en desaparecer.
La siguiente gran batalla la libra la temible Kale, quien
logra desatar su modo legendario contra todos los contrincantes de la pista,
demostrando así su poderío frente a los demás, incluso contra el mismo Son Goku
en un combate mano a mano.
Los Universos luchan desesperadamente por sobrevivir, y
algunos logran demostrar que los límites palidecen ante un gran espíritu de
batalla, tal es el caso del Maestro Roshi contra los peleadores del Cuarto
Universo.
Otra de las prodigiosas batallas que se presenciaron en el
torneo, fue el primer encuentro entre Son Goku y Jiren el Gris, quienes a pesar
de resistir un combate abrumador, estaba claro que los niveles favorecían al
miembro de las Tropas de Orgullo, aún cuando Goku lanzó una de sus técnicas más
poderosas, la Genkidama, y Jiren logró devolvérsela con gran facilidad.
Pero cuando la esperanza parecía perdida, un temblor sacudió
el espacio, y en un acto de divinidad total, Son Goku emerge de entre las
cenizas alcanzando un nivel nunca antes visto, un poder tan monstruoso que
incluso hace temer a los mismos dioses. El Limit Breaker había despertado.
Miggate No Gokui, también conocida como La Doctrina Egoísta
o Ultra-Instinto, es una técnica que sólo los dioses podían desarrollar, sin
embargo, durante sus primeros días de entrenamiento con Wiss, éste había
explicado que debían dejar que el cuerpo tuviera un juicio propio al momento de
pelear, pues cuando se pensaba demasiado en un combate, eso limitaba la velocidad
y las capacidades ocultas de un guerrero. Siendo un poder que aún no
desarrollaba, Jiren logró derrotar a Goku, sin embargo, seguía de pie en el
torneo.
Es en esos momentos donde las hermanas Saiyajin Caulifla y
Kale retan en singular combate a Son Goku, quien debe arreglárselas de
cualquier forma para lidiar contra tan formidables adversarias. Y aunque ellas
posean un gran poder, Goku permanece en un nivel distinto que le hubiera dejado
vencerlas, de no ser por la fusión que se realizó en esos momentos. Haciendo
uso de los pendientes Potala, se da nacimiento a una nueva guerrera capaz de
dar la victoria al Universo 6.
Esta nueva guerrera, cuyo nombre ha sido traducido como
Kefla o Kefura, le hace frente a Son Goku de una manera impresionante, capaz de
rivalizar en su estado normal con el legendario Súper Saiyajin Blue. Las
habilidades, fuerza y actitud de este gran personaje me recuerdan un tanto a
uno de mis preferidos del mencionado manga Dragon
Ball Multiverse, Son Bra, hija de Vegeta y discípula de la reconocida
fusión, Vegito. Aquella es una comparación bastante atinada, considerando que
ambos no sólo son personajes increíblemente fuertes, sino que su personalidad
es una delicia dentro de la historia, siempre dispuestas a superar sus propios
límites.
Sin embargo, Goku comienza a volverse más diestro en el
dominio del Migatte no Gokui, haciéndole frente al temible y hermoso poder de
la guerrera, quien a pesar de apostarlo todo en un ataque definitivo contra su
rival, desgraciadamente éste logra derrotarla en el momento más crítico del
combate.
El Segundo Universo vuelve al
ataque contra Goku y compañía, mientras los Namekianos del Sexto Universo
luchan sin cuartel contra Gohan y Piccolo. Pero en un derroche de poder total,
ambos universos son derrotados por nuestros héroes siendo eliminados del Torneo
y de la existencia.
El Cuarto Universo, a pesar de hacer uso de todas sus
artimañas, también terminan siendo derrotados por el Séptimo Universo, quienes
rápidamente se enfrentan al Tercer Universo, liberando así su carta maestra
para ganarlo todo. Pero el séquito de guerreros que permanece, Goku, Vegeta,
Gohan, Androide 17, y Freezer, en un ataque en conjunto logran vencer al último
guerrero de las máquinas, terminando así en una sola disputa entre el Universo
7 y el Universo 11.
Todo será decidido en un combate sin igual, los Guerreros Z
contra Las Tropas de Orgullo, ¿quién saldrá triunfante en esta tremenda
batalla? Esa es la incógnita que muchos tienen, pero puedo asegurar que no
saldremos decepcionados ni en lo más mínimo. Es un gusto para mí contemplar
como las historias de mi infancia aún pueden brillar en estos tiempos de
incertidumbre, pues son el tipo de historias que nos permiten enamorarnos de
los recuerdos, y aún más importante, tener esperanza sobre el futuro.
Maximilian de Zalce.
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