Siempre he dicho que Neil Gaiman
es un artista del cómic no sólo por crear personajes inolvidables a través de
cualquier concepto, sino también por la capacidad de hacerlos convivir en el
mundo de hoy, lo que genera experiencias inherentes a cualquier alma de la
sociedad, por no decir humanidad en el amplio sentido de la palabra. La
fantasía siempre ha sido mi género favorito por su destreza impecable e
infinita de creación, siendo que para mí es la forma más maravillosa de contar
historias. ¿Qué sería el ser humano sin fantasía? Un don del misterio, de lo
extraordinario, que nos comprende a través de diversas figuras, comenzando a
abrazar la verdad de nuestras almas en ellas.
Sé que cada creación brilla por
sus propios méritos, por lo que no queda en mí comparar el excelente trabajo en
Sandman con otros, pero debo afirmar que el arte mostrado en esta novela es
único. Cada artista agrega algo de sí mismo en su trabajo, lo cual vuelve
diferente sus andanzas frente a otros. En Sandman detecté un único bastante
particular, porque en cierto momento cuando empecé a leerme todos los volúmenes
de un jalón, no supe qué esperar. Sabemos que una lectura así es bastante
cansada, pero definitivamente las circunstancias de los personajes o las nuevas
historias me mantenían bastante atento. La calidad de los detalles, la
precisión de los diálogos, la profundización en la personalidad de los
personajes, la construcción de las historias que los envuelven, es una
auténtica delicia literaria.
Es una exposición tan completa
de varios aspectos del alma humana, que no sé por dónde carajos debo comenzar.
Para empezar no trata un tema en particular, sino de muchísimos a cada rato de
lectura. Por unas cuantas páginas tratamos el anhelo cuando pasamos a la
locura, y de esta pasamos a la desesperanza y la soledad, cuando de repente nos
vemos enfrascados en un dilema existencialista entre el seguir fervientemente
ferrados a una creencia o fluir por un mar de posibilidades. Hay muchas
historias unidas al arco principal que envuelve al personaje protagónico, como
las ramas de un árbol viviente, pero puedo decir que uno de los grandes dilemas
es el cambio, el movimiento, la transformación que existe en nosotros mismos.
La
historia comienza cuando una especie de culto mágico decide hacer un ritual
para invocar a la muerte, con el objetivo de encerrarla y conseguir la
inmortalidad. Por desgracia, quien es atraído al llamado resultó ser otro ser,
nuestro héroe protagónico, el personaje trágico y soñador de esta epopeya, nada
más y nada menos que Sueño. Este ser proviene de una familia de entidades
conocidas como Los Eternos, siete en total, y cada uno representando un
concepto primigenio del entendimiento humano. Se sabe que ha tenido muchos
nombres a lo largo de la humanidad, como Morpheus, o príncipe de las historias,
entre muchos otros. Este ser queda atrapado por el culto durante varios años, y
dicho encierro empieza a generar consecuencias en el mundo de la vigilia, es
decir, el mundo despierto, lo cual empieza a mover los mecanismos del destino,
preparando al Eterno en un viaje de experiencias inesperadas. De una u otra
forma logra ser libre del culto, y así poder retornar a su reino, el cual ha
permanecido bastante deteriorado durante su ausencia.
Para reestablecer su mundo a su
antigua gloria, necesita recuperar su poder, y para ello, necesita recobrar
tres objetos de incalculable valor, los cuales se han dispersado a lugares
inhóspitos durante su encierro. Invoca a las tres gracias, seres cuya función
aún no es precisa, pero cuya presencia se mantendrá vigente a lo largo de la
historia; estos seres le indican uno a uno donde han ido a parar sus
pertenencias. El primer objeto es una bolsa con arena, la cual cayó en manos de
John Constantine, reconocido personaje de DC; el segundo objeto es un yelmo de
batalla, el cual fue a parar a los abismos infernales; y el tercero es una
gema, la cual cayó en manos de un personaje demente con el nombre del Dr.
Destino.
El primer objeto fue apenas un
desafío, siendo que sólo fue una misión de ir y encontrar; no encontré la
presentación de John Constantine algo relevante, pero me gustó mucho su
desarrollo. El segundo objeto implicó un desgaste mayor, siendo que él
necesitaba adentrarse al mismísimo infierno; dentro de la gran construcción que
implica la historia de Sandman, sus viajes por los reinos inferiores es uno de
sus momentos más gloriosos, regalándonos el primer avistamiento de un Lucifer
bastante increíble, como también una batalla sensacional de destreza e ingenio.
Preguntaos todos…
¿Qué poder tendría el infierno, si los aquí
encerrados no soñasen con el cielo?
El tercer objeto implica una
batalla mucho más complicada, y dentro de su propio territorio, contra un
humano poseedor de su cristal contenedor de energía. Los poderes caóticos del
doctor destino son letales en ambos mundos, pero Sueño se las ingenia para
poder repeler su amenaza y liberar cada gramo de su poder.
A partir de ese momento, cuando
el héroe consumó sus tres primeras pruebas, es donde la historia sube un
escalón al introducirnos a diversos personajes relacionados con el Eterno. Y de
hecho, el primer nuevo personaje que se conoce dentro de las hazañas de
Sandman, es uno del cual me enamoré desde el primer instante, uno de mis
favoritos, y seguramente reconocido por muchos más. La Muerte, personificada en
una joven de pelo negro y vestimentas cortas del mismo color, es la hermana
mayor de Sueño, y seguramente de las pocas que logra poner en su lugar al
mencionado personaje. Es decir, ¿qué carajos? En el buen sentido, luego de ver
la actitud imponente del soñador, y ella luego de escuchar su historia, lo
regaña haciéndolo titubear como un niño pequeño. La frase exacta que me volvió
loco, cuando ve a su hermano en una actitud derrotista fue: ¡Eres la más estúpida, egoísta e increíble
excusa de una personificación antropomórfica de este o cualquier otro plano!...sencillamente
brillante.
Sin embargo no todo es libertad
para el señor de los sueños, siendo que sus responsabilidades se ven
abruptamente requeridas ante la aparición de un reto prodigioso. Entre
conspiraciones, asesinos en serie, nuevos amigos y andanzas valerosas, ocurre
aquella época en el tiempo de Lord Morpheus donde tiene que enfrentarse al
Vórtice, una concentración peligrosa dentro del tejido del sueño, que arriesga la
delicada vida de todos aquellos a los que absorbe. Para ello, debe tomar la
vida del ser cuyo interior es morada del Vórtice, lo que logra resolverse de
manera sencilla, pero dejando muchas dudas a nuestro querido soñador.
Tienen lugar historias bastante
interesantes que involucran al propio sueño; las desgracias de la Musa Calíope,
antigua amante del Rey Onírico; El sueño de un millar de gatos; La presentación
de una obra de William Shakespeare ante un público de seres mágicos; y
finalmente la fachada de una súper-mujer que sólo desea morir. Luego de tales
encrucijadas, ocurre un evento único en su tipo, donde los Eternos se reúnen en
un mismo lugar, por la petición del mayor de ellos, siendo que aquello movería
los engranajes del porvenir como debían ser. De esa forma conocemos a cada uno
de los integrantes de tan peculiar familia.
Delirio
Antes delicia, una joven delirante.
Deseo
Un hombre-mujer de naturaleza provocativa.
Desesperación
Un ser diminuto y atemorizante.
Destrucción
El único hermano ausente.
Destino
Ciego y el hermano mayor.
Sueño
El héroe de esta aventura.
Y
Muerte
La entidad más divertida y codiciada en
todos los planos de la existencia.
Conocemos la dinámica familiar
de cada uno, quienes son los menores y los mayores, quienes se llevan mejor y
quienes se llevan peor, y algunos acontecimientos importantes en el pasado de
nuestro eterno soñador. Deseo provoca a Sueño de tal forma que este recuerda un
romance que tuvo con una mortal, de nombre Nada, quien rechazó su amor y la condenó
a pasar miles de años en el infierno. En esos instantes se dio cuenta de la
pobre resolución que tomó con la pobre chica, de modo que decidió embarcarse en
una cruzada hacia los abismos del infierno, una vez más, para recuperar su
esencia. Lo cual no sería tan fácil, siendo que al señor Lucifer no le caía en
gracia.
“Por los amigos ausentes, los amores
perdidos,
Los viejos dioses y la estación de las
nieblas;
Y que cada uno de nosotros dé al diablo su
merecido”.
Sin embargo la batalla de
Lucifer y Sueño se pospone ante la declinación del ángel caído de seguir
manteniendo el infierno a flote. Sin ánimos de seguir con el plan del creador,
abandona su sitio de destierro para adentrarse a nuevas aventuras en el mundo humano.
Aquello sorprende a Morpheus, creyendo que aquello es imposible, pero aún así
ayuda a Lucifer cortándole sus alas demoníacas. Pero la promesa de destrucción
por parte del ser infernal se cumple de cierta forma, al entregarle al Eterno
la llave del reino maldito, objeto de incalculable valor, que lo llevaría a
tener enfrentamientos con diversas deidades para obtener su poder.
Desde ahí los acontecimientos
van y vienen, desde la elección de las fuerzas divinas por la existencia del
infierno, hasta ensoñaciones diurnas como también fábulas y reflejos. Todo ello
prepara al señor onírico para la recta final, la cual inicia con la persecución
de su hermano perdido, Destrucción, en compañía de su pequeña hermana Delirio.
Al principio Sueño no se siente entusiasmado, pero luego reconoce detalles que
lo involucran directamente en esa expedición, donde tendrá que enfrentarse a su
último destino. Dan con su hermano, pero brevemente, alegando que a pesar de
ser personificaciones de fuerzas necesarias, ellos pueden elegir si cargar con
esas responsabilidades, o irse a probar nuevos misterios. Sin mayores opciones
dejan a su hermano partir, a lo que Sueño necesita cumplir una vieja promesa
hecha al oráculo que les reveló su ubicación. Morpheus se encuentra con su hijo,
que no es otro que Orfeo, el joven romántico que perdió a Eurídice en los posos
del inframundo, y que un sencillo error hizo que la perdiera para siempre. En
todo este tiempo no había podido morir, y ahora, con su padre, había llegado el
momento.
Derramar sangre familiar tiene
sus consecuencias, lo que desata la ira de las tres gracias, quienes comienzan
a destruir el reino del Sueño, y éste comienza los preparativos de su último
cambio. Un final que, cada vez que lo leo, no termino de comprender del todo,
quizá hable de la transformación, la culpa, el deseo de libertad, la esperanza
o el amor, ¿quién sabe? Quizá todo junto, pero debo decir que la muerte era el
último pasaje que le esperaba a este Eterno.
De una u otra forma este nunca
fue el inicio y tampoco el final, así es Sandman, y así es la fantasía. Existen
muchas otras aventuras en el universo de Neil Gaiman, que he decidido no tratar
aquí objetivamente, tanto por la inmensidad de su contenido, como también la
significación de cada historia, la cual puede ser tan sencilla o compleja según
quien decida darle lectura. Para mí ha sido un enorme placer haber escrito
sobre este maravilloso trabajo, y espero haber incitado el deseo de muchos por
leerlo. Soy el Guardián Eterno, Maximilian de Zalce; agradezco la amable
atención.
Ninguna de las
imágenes aquí utilizadas me pertenece bajo ningún motivo.
Su utilización
es con motivos de entretenimiento, y único aprendizaje.
Cada obra aquí
analizada pertenece a su respectivo dueño y creador.
Sin más que discutir
por el momento, gracias por su atención.
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