miércoles, 28 de diciembre de 2016

Lucifer Morningstar.


Sinceramente, ¿qué puedo decir yo del ángel caído, que no se haya tratado antes ya, en un ensayo, en una novela, en varios eones de conocimiento humano? Es posible que algo distinto porque considero mi postura como algo único, así como la de cualquiera. La temática de Lucifer ha trascendido de generación en generación, desde una representación diabólica hasta una figura de tristeza, como un villano hambriento o un símbolo de libertad. Y estoy convencido que el magnífico trabajo de Mike Carey con respecto a este personaje nos ha dado qué pensar sobre su significación a lo largo de la historia.


Las hazañas de Lucifer Morningstar, o estrella matutina, son legendarias en muchos niveles, y todas inician desde que el ángel caído decide abandonar los amplios territorios del infierno. A partir de ahí, se muda a la tierra donde comienza a dirigir un bar llamado Lux, el cual es visitado en ocasiones no sólo por humanos comunes, sino por todo tipo de creaturas de diferentes reinos, pero a discreción con el único motivo de no molestar al encargado.



En una ocasión, el ángel Amenadiel aparece en el lugar, que hablando por el creador, le extiende una oferta a su hijo a cambio de ayudarlo con un problema acerca de unas deidades que empezaban a ganar grandes poderes al cumplir deseos a las personas. Éste logra su cometido, y obtiene una carta de paso, lo que significa un pase fuera de la creación de Dios. Pero el problema inicia cuando descubre que la supuesta hoja sólo permite un viaje de ida sin retorno alguno, a lo que Lucifer comienza a planificar dentro de su mente para mover las cosas a su conveniencia. Si existe algo en lo que a mi parecer, el ángel se parece a su creador, es su capacidad de planear a la velocidad de la luz todas las posibilidades en una situación, y moverse con la que resulte más benéfica.


Y por ello, Lucifer decide consultar a los Basanos, entidades creadas por la hueste celestial, selladas en sencillas cartas capaces de predecir el futuro. Luego de realizar su predicción, dichos seres se volverán los acérrimos enemigos del dador de luz. Entonces inicia su cruzada por la libertad, toda vez que decide utilizar su recompensa, y dar orden a sus siguientes movimientos. De esa forma planifica el rescate de su hermano Miguel, el cual se encontraba cautivo de otro ángel rebelde, quien tenía el plan de crear un ejército de ángeles para asaltar las puertas de la ciudad plateada. Sabiendo que su hermano serviría para sus fines, se lo lleva por el portal sin retorno, donde lo hace explotar, haciendo que su poder demiúrgico generara la materia de un nuevo universo, para luego así ser moldeada por la voluntad de Lucifer, volviéndose así el dueño de una nueva creación.


Habiendo moldeado su universo a su imagen y semejanza, se dedicó con las labores de un dios, por lo que experimentó el poder de crear, generando de la nada a los dos primeros seres humanos en su dimensión, hombre y mujer. Sólo les dio una regla: no deben adorar a nadie, ni siquiera a él mismo. De esa forma Lucifer pudo concebir verdaderamente el ideal de libertad, aunque todo jardín necesitaba un tentador para probar a sus creaciones. El varón fracasa en su intento al verse influenciado y sujeto por las ideas nuevas más allá de su universo, pero por otra parte la mujer decide morir por iniciativa propia al no querer sufrir la soledad sin su primer compañero, sorprendiendo a Lucifer por este anhelo de libertad.


Prosiguen sus aventuras en su propio mundo, cuando los Basanos deciden arremeter en su contra; ante una nueva creación, dichos seres pierden todas sus limitaciones, logrando destronar a Lucifer de su respectivo trono. Pero cuando los espíritus de profecía deciden incubar en una mortal su descendencia, fue el turno del ángel caído para hacer su jugada, amenazando con eliminarlos a todos de una vez.
Avante en esa prueba, Lucifer sigue sus viajes por los universos, conociendo deidades nórdicas, estableciendo viajes entre dimensiones malévolas, aceptando retos desde las fosas infernales, y desafiando siempre la autoridad de su propio creador, que es donde radica el tema más interesante de todo el cómic. Hay un momento donde el dador de luz se encuentra con su padre, Yahvé, mejor conocido como La Presencia. En esta pequeña conversación su padre le menciona que nadie puede ser su propio creador, solamente el poder tomar nuestras propias decisiones y cargar con ellas, aunque en la divinidad incluso eso es algo tan frágil e inexistente. Desde su concepción, cuando era el ángel Samael, portador de la luz divina, él renegaba en ser parte del creador, como un órgano o aspecto del mismo, y por ello Yahvé, a pesar de los intentos bélicos de su hijo, le concedió la oportunidad de tener su propio reino.



Luego de varios acontecimientos sobre la hija ángel de Miguel, Yahvé abdica de la creación, preguntándole a Lucifer sobre un último acuerdo: un intercambio de regalos. Los dos se fusionarían para dar rienda suelta a dos nuevos seres completamente distintos a los de antaño, y de esa forma poder vivir nuevas experiencias en el cosmos, aunque naturalmente el ángel rehusó la propuesta al decir que todo lo que había vivido era suyo por derecho, y jamás lo cedería a nadie. De esa forma, padre e hijo se separan para siempre, permitiendo que Lucifer volara a través del vacío infinito, sabiendo que ya nada lo ataba a su viejo existir.


Además de poseer múltiples diseños visuales con un impacto increíble, momentos bastante remarcables a lo largo de sus historias, nos lleva de la mano por una cuestión filosófica bastante difícil: ¿en dónde radica la libertad? Sobran teorías o corrientes que atacan ese mismo tema una y otra vez, generando una cantidad prácticamente ilimitada de interpretaciones con respecto a la relación de Lucifer y su padre. ¿Cuál es el primer móvil de Samael para rebelarse ante su creador? Algunos argumentan que la falta de amor, otros el deseo de poder, la curiosidad, la experimentación, el caos, entre muchos otros. ¿Qué pasaría si Dios mismo, como podemos imaginarlo, no posee la libertad de elección? Es difícil concebir una idea de la divinidad en nuestro humano entender, pero por un segundo imaginemos el ideal de omnipotencia, omnipresencia, y omnisciencia. ¿Qué pasa si al no poder experimentar las cosas en términos mortales o de otra índole, Lucifer resulta ser la representación vívida de ese anhelo? De esa forma la postura de Yahvé con respecto a no poder ser uno su propio creador, inmediatamente se nulifica, porque todo resulta ser parte del mismo inicio, lo que lo vuelve una sola conciencia, aunque fragmentada en múltiples personalidades, momentos, y tiempos incluso. No lo sé, es un tema de nunca acabar, pero permite una reflexión más que prodigiosa en cuanto a este tipo de temáticas. El cómic es impresionante en cuanto a su construcción y contenido, así como la concepción de sus personajes, desde la protectora Mazikeen hasta Elaine Belloc, así como los serafines corruptos como también la batalla apocalíptica de los Lilim en la ciudad de plata, y por ello, me gustaría abarcar otro tema referente al mismo personaje.


Ya todos hemos sido testigo de la reciente serie titulada “Lucifer Morningstar” basada en el cómic del mismo nombre, y he notado que las críticas que ha recibido no son para nada buenas ni alentadoras. Personalmente estoy bastante de acuerdo sobre las obvias y devastadores imprecisiones del cómic a la pantalla chica, pero debo decir que hasta el momento me ha parecido una propuesta bastante interesante. La actuación de Tom Ellis está completamente ajena a la concepción que tenemos de un auténtico Lucifer de Mike Carey, pasando de un ser frío y poderoso a uno bastante irónico y burlón. Sé que en el cómic posee todas esas cualidades y hasta más, y aunque es una apuesta arriesgada, a mí me ha divertido mucho, como también me ha hecho reflexionar bastante. Este espíritu guerrero que llego a percibir en los cómics se desvanece en la serie, siendo reemplazado más bien por esta falta de amor y fe por parte de su padre.


Y lo que seguramente extrañó más a todos fue que Lucifer entablara amistad con humanos. El propio autor ha afirmado que este personaje siente un moderado respeto con algunos individuos, ¿pero algo tan profundo como una amistad? Inmediatamente uno dice: “¡Blasfemia! ¡Ese no es Lucifer!”. Lo vuelvo a afirmar porque no soy mucho de series policiacas, y menos cuando se trata de un caso por episodio tras episodio, pero debo decir que me ha parecido bastante disfrutable la química de la detective Chloe Decker con el ángel caído, así como con otros personajes como lo son la psicóloga Linda Martin, el hermano celestial Amenadiel, el ex-esposo y compañero de la detective Dan Espinoza, y la guardaespaldas demoniaca favorita de todos Mazikeen. Todos fueron ingredientes que hicieron una mezcla extraña, pero que aún lograba despertar mi interés por la serie, dejándome bastante atónito.
Cabe aclarar que sostengo la teoría de lo que se ve en la serie no es otra cosa que un universo alternativo, creado por el propio Dios, cuyo interés divino despierta ante la alternativa de que su hijo Lucifer se relacione con humanos, y experimente cosas como el auténtico amor. Todo ello con un propósito más grande, pero repito que sólo es una teoría mía, una interpretación bastante personal de mi parte.


Pero como bien sabemos este es un tema de nunca acabar, y las constantes reflexiones de una sentada no arrojaran la luz suficiente para aclarar el misterio. Aunque si, es una novela gráfica impresionante, con varios elementos que deben ser tomados en cuenta durante su lectura, y un contenido más que extraordinario. Eso sería todo por mi parte, de modo que espero haber despertado la curiosidad de algunos por esta gran historia, y que encuentren un enorme placer al adentrarse en sus páginas. Soy el Guardián Eterno, Maximilian de Zalce; gracias por su amable atención.


Ninguna de las imágenes aquí utilizadas me pertenece bajo ningún motivo.
Su utilización es con motivos de entretenimiento, y único aprendizaje.
Cada obra aquí analizada pertenece a su respectivo dueño y creador.
Sin más que discutir por el momento, gracias por su atención.

Sandman.


Siempre he dicho que Neil Gaiman es un artista del cómic no sólo por crear personajes inolvidables a través de cualquier concepto, sino también por la capacidad de hacerlos convivir en el mundo de hoy, lo que genera experiencias inherentes a cualquier alma de la sociedad, por no decir humanidad en el amplio sentido de la palabra. La fantasía siempre ha sido mi género favorito por su destreza impecable e infinita de creación, siendo que para mí es la forma más maravillosa de contar historias. ¿Qué sería el ser humano sin fantasía? Un don del misterio, de lo extraordinario, que nos comprende a través de diversas figuras, comenzando a abrazar la verdad de nuestras almas en ellas.

 

Sé que cada creación brilla por sus propios méritos, por lo que no queda en mí comparar el excelente trabajo en Sandman con otros, pero debo afirmar que el arte mostrado en esta novela es único. Cada artista agrega algo de sí mismo en su trabajo, lo cual vuelve diferente sus andanzas frente a otros. En Sandman detecté un único bastante particular, porque en cierto momento cuando empecé a leerme todos los volúmenes de un jalón, no supe qué esperar. Sabemos que una lectura así es bastante cansada, pero definitivamente las circunstancias de los personajes o las nuevas historias me mantenían bastante atento. La calidad de los detalles, la precisión de los diálogos, la profundización en la personalidad de los personajes, la construcción de las historias que los envuelven, es una auténtica delicia literaria.


Es una exposición tan completa de varios aspectos del alma humana, que no sé por dónde carajos debo comenzar. Para empezar no trata un tema en particular, sino de muchísimos a cada rato de lectura. Por unas cuantas páginas tratamos el anhelo cuando pasamos a la locura, y de esta pasamos a la desesperanza y la soledad, cuando de repente nos vemos enfrascados en un dilema existencialista entre el seguir fervientemente ferrados a una creencia o fluir por un mar de posibilidades. Hay muchas historias unidas al arco principal que envuelve al personaje protagónico, como las ramas de un árbol viviente, pero puedo decir que uno de los grandes dilemas es el cambio, el movimiento, la transformación que existe en nosotros mismos.


La historia comienza cuando una especie de culto mágico decide hacer un ritual para invocar a la muerte, con el objetivo de encerrarla y conseguir la inmortalidad. Por desgracia, quien es atraído al llamado resultó ser otro ser, nuestro héroe protagónico, el personaje trágico y soñador de esta epopeya, nada más y nada menos que Sueño. Este ser proviene de una familia de entidades conocidas como Los Eternos, siete en total, y cada uno representando un concepto primigenio del entendimiento humano. Se sabe que ha tenido muchos nombres a lo largo de la humanidad, como Morpheus, o príncipe de las historias, entre muchos otros. Este ser queda atrapado por el culto durante varios años, y dicho encierro empieza a generar consecuencias en el mundo de la vigilia, es decir, el mundo despierto, lo cual empieza a mover los mecanismos del destino, preparando al Eterno en un viaje de experiencias inesperadas. De una u otra forma logra ser libre del culto, y así poder retornar a su reino, el cual ha permanecido bastante deteriorado durante su ausencia.
Para reestablecer su mundo a su antigua gloria, necesita recuperar su poder, y para ello, necesita recobrar tres objetos de incalculable valor, los cuales se han dispersado a lugares inhóspitos durante su encierro. Invoca a las tres gracias, seres cuya función aún no es precisa, pero cuya presencia se mantendrá vigente a lo largo de la historia; estos seres le indican uno a uno donde han ido a parar sus pertenencias. El primer objeto es una bolsa con arena, la cual cayó en manos de John Constantine, reconocido personaje de DC; el segundo objeto es un yelmo de batalla, el cual fue a parar a los abismos infernales; y el tercero es una gema, la cual cayó en manos de un personaje demente con el nombre del Dr. Destino.


El primer objeto fue apenas un desafío, siendo que sólo fue una misión de ir y encontrar; no encontré la presentación de John Constantine algo relevante, pero me gustó mucho su desarrollo. El segundo objeto implicó un desgaste mayor, siendo que él necesitaba adentrarse al mismísimo infierno; dentro de la gran construcción que implica la historia de Sandman, sus viajes por los reinos inferiores es uno de sus momentos más gloriosos, regalándonos el primer avistamiento de un Lucifer bastante increíble, como también una batalla sensacional de destreza e ingenio.

Preguntaos todos…
¿Qué poder tendría el infierno, si los aquí encerrados no soñasen con el cielo?


El tercer objeto implica una batalla mucho más complicada, y dentro de su propio territorio, contra un humano poseedor de su cristal contenedor de energía. Los poderes caóticos del doctor destino son letales en ambos mundos, pero Sueño se las ingenia para poder repeler su amenaza y liberar cada gramo de su poder.

 

A partir de ese momento, cuando el héroe consumó sus tres primeras pruebas, es donde la historia sube un escalón al introducirnos a diversos personajes relacionados con el Eterno. Y de hecho, el primer nuevo personaje que se conoce dentro de las hazañas de Sandman, es uno del cual me enamoré desde el primer instante, uno de mis favoritos, y seguramente reconocido por muchos más. La Muerte, personificada en una joven de pelo negro y vestimentas cortas del mismo color, es la hermana mayor de Sueño, y seguramente de las pocas que logra poner en su lugar al mencionado personaje. Es decir, ¿qué carajos? En el buen sentido, luego de ver la actitud imponente del soñador, y ella luego de escuchar su historia, lo regaña haciéndolo titubear como un niño pequeño. La frase exacta que me volvió loco, cuando ve a su hermano en una actitud derrotista fue: ¡Eres la más estúpida, egoísta e increíble excusa de una personificación antropomórfica de este o cualquier otro plano!...sencillamente brillante.





Sin embargo no todo es libertad para el señor de los sueños, siendo que sus responsabilidades se ven abruptamente requeridas ante la aparición de un reto prodigioso. Entre conspiraciones, asesinos en serie, nuevos amigos y andanzas valerosas, ocurre aquella época en el tiempo de Lord Morpheus donde tiene que enfrentarse al Vórtice, una concentración peligrosa dentro del tejido del sueño, que arriesga la delicada vida de todos aquellos a los que absorbe. Para ello, debe tomar la vida del ser cuyo interior es morada del Vórtice, lo que logra resolverse de manera sencilla, pero dejando muchas dudas a nuestro querido soñador.



Tienen lugar historias bastante interesantes que involucran al propio sueño; las desgracias de la Musa Calíope, antigua amante del Rey Onírico; El sueño de un millar de gatos; La presentación de una obra de William Shakespeare ante un público de seres mágicos; y finalmente la fachada de una súper-mujer que sólo desea morir. Luego de tales encrucijadas, ocurre un evento único en su tipo, donde los Eternos se reúnen en un mismo lugar, por la petición del mayor de ellos, siendo que aquello movería los engranajes del porvenir como debían ser. De esa forma conocemos a cada uno de los integrantes de tan peculiar familia.

Delirio
Antes delicia, una joven delirante.

Deseo
Un hombre-mujer de naturaleza provocativa.

Desesperación
Un ser diminuto y atemorizante.

Destrucción
El único hermano ausente.

Destino
Ciego y el hermano mayor.

Sueño
El héroe de esta aventura.

Y Muerte
La entidad más divertida y codiciada en todos los planos de la existencia.

Conocemos la dinámica familiar de cada uno, quienes son los menores y los mayores, quienes se llevan mejor y quienes se llevan peor, y algunos acontecimientos importantes en el pasado de nuestro eterno soñador. Deseo provoca a Sueño de tal forma que este recuerda un romance que tuvo con una mortal, de nombre Nada, quien rechazó su amor y la condenó a pasar miles de años en el infierno. En esos instantes se dio cuenta de la pobre resolución que tomó con la pobre chica, de modo que decidió embarcarse en una cruzada hacia los abismos del infierno, una vez más, para recuperar su esencia. Lo cual no sería tan fácil, siendo que al señor Lucifer no le caía en gracia.


“Por los amigos ausentes, los amores perdidos,
Los viejos dioses y la estación de las nieblas;
Y que cada uno de nosotros dé al diablo su merecido”.

Sin embargo la batalla de Lucifer y Sueño se pospone ante la declinación del ángel caído de seguir manteniendo el infierno a flote. Sin ánimos de seguir con el plan del creador, abandona su sitio de destierro para adentrarse a nuevas aventuras en el mundo humano. Aquello sorprende a Morpheus, creyendo que aquello es imposible, pero aún así ayuda a Lucifer cortándole sus alas demoníacas. Pero la promesa de destrucción por parte del ser infernal se cumple de cierta forma, al entregarle al Eterno la llave del reino maldito, objeto de incalculable valor, que lo llevaría a tener enfrentamientos con diversas deidades para obtener su poder.


Desde ahí los acontecimientos van y vienen, desde la elección de las fuerzas divinas por la existencia del infierno, hasta ensoñaciones diurnas como también fábulas y reflejos. Todo ello prepara al señor onírico para la recta final, la cual inicia con la persecución de su hermano perdido, Destrucción, en compañía de su pequeña hermana Delirio. Al principio Sueño no se siente entusiasmado, pero luego reconoce detalles que lo involucran directamente en esa expedición, donde tendrá que enfrentarse a su último destino. Dan con su hermano, pero brevemente, alegando que a pesar de ser personificaciones de fuerzas necesarias, ellos pueden elegir si cargar con esas responsabilidades, o irse a probar nuevos misterios. Sin mayores opciones dejan a su hermano partir, a lo que Sueño necesita cumplir una vieja promesa hecha al oráculo que les reveló su ubicación. Morpheus se encuentra con su hijo, que no es otro que Orfeo, el joven romántico que perdió a Eurídice en los posos del inframundo, y que un sencillo error hizo que la perdiera para siempre. En todo este tiempo no había podido morir, y ahora, con su padre, había llegado el momento.



Derramar sangre familiar tiene sus consecuencias, lo que desata la ira de las tres gracias, quienes comienzan a destruir el reino del Sueño, y éste comienza los preparativos de su último cambio. Un final que, cada vez que lo leo, no termino de comprender del todo, quizá hable de la transformación, la culpa, el deseo de libertad, la esperanza o el amor, ¿quién sabe? Quizá todo junto, pero debo decir que la muerte era el último pasaje que le esperaba a este Eterno.


De una u otra forma este nunca fue el inicio y tampoco el final, así es Sandman, y así es la fantasía. Existen muchas otras aventuras en el universo de Neil Gaiman, que he decidido no tratar aquí objetivamente, tanto por la inmensidad de su contenido, como también la significación de cada historia, la cual puede ser tan sencilla o compleja según quien decida darle lectura. Para mí ha sido un enorme placer haber escrito sobre este maravilloso trabajo, y espero haber incitado el deseo de muchos por leerlo. Soy el Guardián Eterno, Maximilian de Zalce; agradezco la amable atención.

Ninguna de las imágenes aquí utilizadas me pertenece bajo ningún motivo.
Su utilización es con motivos de entretenimiento, y único aprendizaje.
Cada obra aquí analizada pertenece a su respectivo dueño y creador.
Sin más que discutir por el momento, gracias por su atención.